La terminación como podéis ver no quedó todo lo perfecta que yo quería, pero tras un viaje y un día primaveral con un poquito de calor, el desmoldado de la mousse no quedó bien liso.
Como anécdota os cuento que me pasé unas cuantas horas pelando los pistachos que decoran la tarta y que van en la mousse central a mano uno por uno. Ahora sé que metiéndolos en agua caliente la piel sale casi sola, luego se dejan secar y listo.
Ingredientes:
Base de bizcocho:
2 huevos
50 gr de azúcar
50 gr de harina
Bomba de pistacho:
50 gr de pistachos pelados
200 ml de nata (crema de leche) para montar (35% M.G.)
60 gr de azúcar
1 1/4 hojas de gelatina (2,5 gr)
Merengue suizo:
90 gr de claras de huevo
140 gr de azúcar
Mousse de fresa:
500 gr de fresas
90 gr de azúcar
400 gr de nata (crema de leche) semimontada con 60 gr de azúcar
6 y ½ hojas de gelatina (13gr)
Preparación:
Base de bizcocho (en microondas y en horno):
Batir los huevos con el azúcar hasta que doblen su volumen, a ser posible con batidora de varillas eléctrica, pues montan mucho mejor y se nota la diferencia en el acabado.
Añadir la harina tamizada con movimientos envolventes.
Engrasar un recipiente apto para microondas y ponerlo 2 minutos y medio a 900W.
Yo usé un molde desmontable para microondas de 23 cm.
También podéis hornearlo en el horno si no disponéis de ningún molde apto para microondas, en horno precalentado a 180ºC durante 8 minutos aproximadamente o cuando se vea dorado y al pincharlo el palillo salga limpio.
Bomba de pistacho:
Triturar los pistachos con la mitad del azúcar y la mitad de la nata (crema de leche) hasta obtener una crema fina.
Hidratar la gelatina y desleírla en un cacito a fuego bajo con un poco del agua en el que estaba teniendo cuidado de que no hierva.
Ir añadiendo a la gelatina la crema de pistacho, cucharada a cucharada, integrando perfectamente cada una antes de añadir otra.
Montar los otros 100 ml de nata (crema de leche) con el azúcar y mezclar con la crema en dos veces, con movimientos envolventes. (Con estas cantidades salen unos 450 ml de mousse. Yo añadí media clara a punto de nieve, pero creo que no es necesario).
Forrar un bol o táper con film de cocina y verter en él la crema. El bol que sea pequeño para que quede en el centro de la tarta.
Llevar a la nevera hasta que cuaje y una vez cuajado meterlo en el congelador y congelar.
Merengue suizo (tradicional y Mycook):
Mezclar las claras y el azúcar y calentar al baño maría a fuego lento hasta los 50º.
Montar con la batidora hasta que la mezcla esté firme y enfríe. Reservar.
Si lo haces en Mycook poner la mariposa y las claras a batir 3 min. temp. 50º, vel. 4 y después 3 minutos más sin temperatura. Reservar.
Mousse de fresas:
Triturar las fresas con el azúcar (se puede pasar por un colador muy fino si queremos quitar las semillas, pero no es necesario).
Calentar 100 gr del puré de fresas resultante y disolver en un poquito de agua las hojas de gelatina hidratadas y escurridas a fuego lento. Mezclar muy bien con el resto del puré de fresas.
Incorporar el merengue suizo y mezclar para aligerar la masa con movimientos envolventes. Añadir la nata (crema de leche) semimontada también con movimientos envolventes, en tres veces, con movimientos más suaves cada vez para que la mezcla pierda el menor aire posible.
Montaje de la tarta:
(Yo utilicé un aro de 23cm de diámetro).
Cortar la base de bizcocho si es necesario para adaptarla a la medida del molde o aro que vayáis a utilizar.
Poner una tira de acetato por el interior del aro (yo corté varios trozos de una hoja y los pegué con celo). Esto ayuda a desmoldarla y hace que las fresas se adhieran mejor.
Sobre el plato en que vayamos a servir la tarta colocar el bizcocho, ajustar el aro (el acetato se ajusta mejor) y colocar centrada la mousse de pistacho congelada.
Para este tamaño se necesitan unos 350 gr de fresas medianas para poner en la vuelta. Cortar plana la parte del tallo haciéndoles una base, y luego por la mitad a lo largo.
Colocarlas bien pegadas al aro y rellenar con la mousse de fresas. Dejar cuajar en la nevera, mejor de un día para otro.
Decorar como más os guste, con fresas, pistachos, sirope de fresa...
Os sobrará algo de mousse, que podéis poner en unas copas, o congelarla y os quedará un helado muy rico.
Fuente: Yerbabuena, MR