Tarta o pastel de caramelo, especial para los golosos de la casa por su bizcocho esponjoso, tierno y con el sabor a caramelo y por si no fuese suficiente apetecible, relleno y cubierto de una crema hecha con chocolate y leche condensada que esta ¡¡¡deliciosa!!!
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Ingredientes para el bizcocho:
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265 g Harina de todo uso o harina de repostería
150 ml Aceite de girasol o de semillas
200 ml Nata (crema de leche) para montar o crema de leche para batir (Lo podéis cambiar por yogur natural)
4 Huevos
180 g Azúcar (Para el bizcocho)
120 g Azúcar (Para el caramelo)
16 g Polvo de hornear o levadura química
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Ingredientes relleno y cobertura:
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400 g Leche condensada
150 g Chocolate de postres o cobertura con al menos un 50 % de cacao
50 g Mantequilla sin sal
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Ingredientes ganache para cubrir por encima:
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100 g Chocolate de postres o cobertura con al menos un 50 % de cacao
30 g Mantequilla sin sal
50 ml Nata (crema de leche) para montar o crema de leche para batir
Al gusto para decorar caramelos troceados (Opcional)
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Utensilios:
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Molde desmontable de 24 cm
Papel de hornear
Mantequilla y harina para encamisar el molde
Cartón de 24 cm diámetro para la base de la tarta
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Preparación:
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Ponemos a precalentar el horno a 180 grados con calor arriba y abajo sin aire.
Ponemos en un cazo el azúcar (120 g) y a fuego medio, esperamos a que se vaya haciendo un caramelo rubio, apartamos del fuego y le vertemos la nata (crema de leche) a temperatura ambiente o tibia (con cuidado de no quemarnos) volvemos a poner al fuego y removemos hasta que esté perfectamente integrado, dejamos enfriar.
Con batidora eléctrica batimos los huevos y el azúcar (180 g) durante unos 5 minutos hasta que hayan triplicado su volumen, añadimos el aceite y batimos a baja velocidad hasta integrar, sin parar de batir añadimos la salsa de caramelo y mientras se integra tamizamos la harina con la levadura, la añadimos poco a poco a la mezcla anterior hasta que se integre bien, vertemos la masa en el molde ya preparado con papel de horno en el fondo del mismo y untado de mantequilla y harina, horneamos a 180 grados de 35 a 45 minutos comprobando que está bien cocido antes de sacarlo del horno, lo dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
Preparamos la crema del relleno poniendo en un cazo la leche condensada, el chocolate troceado y la mantequilla lo ponemos a fuego medio bajo y sin parar de remover esperamos a que comience a hervir y después cocinamos 2 minutos también sin parar de remover (hasta que espese un poco) retiramos del fuego y esperamos que se atempere hasta que este tibia antes de usarla.
Desmoldamos el bizcocho y lo igualamos recortando la parte de arriba, lo partiremos en 2 capas y la parte de arriba la pondremos para la capa de abajo sobre un cartón o base de tarta (podemos almibarar el bizcocho si lo deseamos antes de rellenarlo) rellenamos con la mitad más o menos de crema aun tibia y repartimos muy bien, cubrimos con el bizcocho que nos queda colocándolo con la parte de abajo hacia arriba para que quede bien liso por la superficie, cubrimos todo el pastel con la crema que nos queda y reservamos unos minutos para que cuaje.
Preparamos la ganache calentando la nata (crema de leche) hasta que comience a hervir, la vertemos sobre el chocolate troceado y esperamos 1 minuto, añadimos la mantequilla y mezclamos muy bien, vertemos la ganache sobre nuestro pastel dejando que caiga por los bordes con forma de gotas.
Decoramos con trocitos de caramelos al gusto y preferiblemente dejaremos reposar de un día para el otro en la nevera antes de consumir. Probadlo os va a encantar.
Fuente: este post proviene de La cocina de Loli Domínguez, donde puedes consultar el contenido original.
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