Cada 20 de cada mes nos encontramos en el reto "Desafío en la Cocina", este mes Carolina nos ha puesto de deberes una maravillosa tarta Selva Negra. Este tipo de postres se convirtió en un clásico en la década de 1970. época en la que se servía en todos los restaurantes y se vendía en todas las pastelerías. Es de origen alemán de la zona de la Selva Negra. Tanto su aspecto como su sabor son extraordinarios.
A simple vista parece una tarta difícil de hacer, pero para nada. Para mí lo más complicado ha sido elaborar el envoltorio, pero porque me gusta investigar y hacer cosas nuevas. El papel de acetato ha sido todo un descubrimiento para mí y como se puede apreciar en la foto no me ha salido muy bien, pero no había tiempo para repetir, también hubiera sido más sencillo envolver con rosetas de nata (crema de leche), pero yo soy así, casi siempre tiro por lo más difícil. Los niños y yo hemos disfrutado mucho con este reto y no han dejado ni las migas.
Con esta receta participo en el reto de Desafío en la Cocina del mes de marzo de 2019.
Ingredientes para el bizcocho:
6 huevos
180 gr de azúcar
130 gr de harina
50 gr de cacao en polvo
una cucharadita de levadura royal
Ingredientes para el jarabe de azúcar:
100 gr de azúcar
100 mililitros de agua
40 mililitros de Kirsch (licor de cerezas)
Ingredientes para el relleno y para decorar:
500 mililitros de nata (crema de leche) para montar
1/2 sobre de cuajada para montar la nata (crema de leche)
50 gr de azúcar glas
Ingredientes para la decoración:
60 gr de cerezas maceradas
15 mitades de cerezas para decorar
100 gr de chocolate blanco
400 gr de chocolate negro (70% de cacao mínimo)
una tira de papel de acetato de 10 centímetros de ancho (lo bastante larga para cubrir el perímetro de la tarta)
Preparación:
Precalentamos el horno a 170 grados.
Engrasamos un molde redondo de 22 centímetros. Batimos los huevos hasta que empiecen a aumentar de volumen, añadimos poco a poco el azúcar hasta que la mezcla doble su volúmen.
Tamizamos la harina, la levadura royal y el cacao en un cuenco y lo incorporamos a la mezcla de huevo, y batimos suavemente.
Vertemos la mezcla en el molde y dejamos cocer en el horno precalentado durante 25-30 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio.
Sacamos el bizcocho del horno y lo dejamos enfriar en el molde durante 10 minutos antes de desmoldarlo sobre una rejilla.
Para preparar el jarabe de azúcar llevamos el azúcar y el agua a ebullición en un cazo, hasta que se disuelva bien el azúcar, lo retiramos del fuego, le añadimos el Kirsch y lo dejamos enfriar.
A continuación preparamos la crema chantilly. Para preparar esta crema tanto el cuenco como la nata (crema de leche) tienen que estar muy fríos. Batimos con unas varillas hasta que empiece a ponerse cremosa. Añadimos poco a poco el azúcar y la cuajada, continuamos batiendo hasta que la mezcla esté bien espesa.
Esta crema es preferible que la preparemos una hora antes de utilizarla y la reservemos en el frigorífico.
Con un cuchillo afilado quitamos la capa superior del bizcocho y la desechamos, a continuación partimos el bizcocho en tres capas horizontalmente. Colocamos la capa inferior, con una brocha pastelera untamos la parte superior con el almíbar de Kirsch. Extendemos 1/3 de la crema chantilly sobre el bizcocho y la alisamos con una paleta. Esparcimos 1/3 de las cerezas troceadas sobre la crema.
Repetimos el proceso con la segunda capa.
Coronamos el pastel con la capa superior. Rellenamos una manga pastelera con boquilla en espiral con el resto de crema chantilly y la repartimos sobre la superficie del pastel con rosetas de crema. Añadimos las cerezas restantes.
Para preparar el glaseado de chocolate, ponemos un cazo de agua a hervir y en un cuenco ponemos el chocolate blanco a derretir al baño maria. Lo extendemos a la largo sobre el papel de acetato y guardamos el papel de acetato en el frigorífico para que se solidifique.
De la misma manera derretimos el chocolate negro. Sacamos el papel de acetato del frigorífico y vertemos el chocolate negro sobre el papel de acetato y lo alisamos inmediatamente con una paleta. Cuando el chocolate empiece a perder el brillo, (se vuelva mate), levantamos con cuidado el papel de acetato y envolvemos con él la tarta. Fijamos los extremos del papel para que no se mueva. Guardamos la tarta en el frigorífico.
Preparamos virutas de chocolate y terminamos de adornar la tarta.
Si quieres ver el resto de recetas participantes en este reto, pincha en este enlace.