Esta tartaleta y su mousse surgen de la necesidad de un postre rápido y con ingredientes que tenía en la despensa y en la nevera. Podéis sustituir el melocotón por cualquier otra fruta que encontréis en conserva, como por ejemplo la pera o piña. Igualmente nos dará buenos resultados. ¡Es facilísima de hacer, así que os animo que os pongáis con ella!
Tartaleta de mousse de melocotón
? Preparación: 30?
? Raciones: –
? Dificultad: baja
Ingredientes
1 lata grande de melocotones en almíbar (480 gr)
1 paquete hojas de masa filo
100 gr mantequilla derretida
500 ml de nata (crema de leche) para montar bien fría
5 hojas de gelatina
Receta
Empecemos con las tartaletas poniendo el horno a precalentar a 170ºC. Sobre la mesa, separamos las hojas de masa filo y las pintamos con mantequilla fundida con la ayuda de una brocha de silicona. Para dar forma a nuestras tartaletas, tendremos que tener moldes aptos para el horno, con el tamaño que queramos hacer. En esta ocasión, usé un molde de 20 cm de diámetro, pero podéis usar moldes individuales para que la mousse se haga más rápidamente y podáis consumirlo en el día. Cuando tengamos decidido ésto y dispuesto los moldes o el molde de la tartaleta, pondremos en cada uno 3 hojas de masa filo, una sobre otra. Podéis recortar el sobrante o dejarlo para decorar. Introducimos en el horno, sobre 10 minutos a 170ºC o hasta que estén ligeramente doradas. Cuando estén listas, las sacamos y dejamos enfriar por completo.
Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría unos 5 minutos. Mientras tanto, en una cacerola ponemos a calentar el almíbar de los melocotones. Cuando llegue a hervir, añadimos las hojas de gelatinas y removemos bien para que se disuelvan sin dejar rastro.
En un bol, vertemos la nata (crema de leche) y la semi-montamos. ¿Qué quiere decir ésto? Que la dejemos casi montada, ya que si está montada del todo y la mezclamos con líquidos como el almíbar, podría coger apariencia como de estar cortada y nos podría dar problemas. Una vez semi-montada la reservamos.
Por último, trituramos los melocotones con una batidora, hasta tener un puré, y la juntamos con el almíbar que ya habrá enfriado algo. Llegados a este punto, tan sólo nos queda juntar este último paso con la nata (crema de leche) semi-montada, con movimientos envolventes, poco a poco.
¡Y voilá! Rellenamos nuestras crujientes tartaletas con el mousse de melocotón, y dejamos enfriar por completo en la nevera. Es mejor hacerlo por la mañana, para tomar a medio día, merienda o cena. Para adornar, yo le puesto rodajas de melocotón, y un poco de miel para endulzar naturalmente. ¿Fácil no?
Cómo idea, realicé una copa con el sobrante de la mousse, con una base de miel en el fondo, perfecta para hacerlo más sencilla aún, y para sorprender a los invitados con unas copas individuales.
Notas:
Las tartaletas de masa filo, si las dejamos de un día para otro, cogerán humedad y dejarán de estar crujientes, por lo que os recomiendo hacerlas para consumir en el mismo día. Si aún así, las queréis para consumir en otro día, os recomiendo que sustituyáis la masa filo por bizcochos de soletilla o galletas trituradas. Si lo hacéis así, podéis “emborrachar” la nueva base con el propio almíbar de los melocotones.
Podéis acentuar más el sabor a fruta, sustituyendo la gelatina neutra por gelatinas de sabores, como piña, kiwi…
Archivado en: Repostería Tagged: masa filo, melocotón, mousse, postre sin horno