Siempre digo lo mismo, pero que ahora me guste tanto el pescado crudo era impensable hace unos años. Ahora cada vez que preparo un plato de éstos disfruto como una enana. Me parecen platos muy refrescantes para la época que estamos, nada pesados, total, una fiesta. Y con lo que me gustan a mi las gambas mucho estaba tardando en prepararlas en un tartar. Es un plato sencillísimo de preparar y además muy rápido. Se puede presentar tal cual lo he hecho yo o en cucharitas individuales en caso de ponerlo en forma de aperitivos cuando tengamos invitados en casa. Además con esta receta participo en el concurso tan interesante que ha puesto Maille en marcha, cuyas bases son éstas.
INGREDIENTES (Para que nos salga la misma cantidad de la foto):
250 gr. de gambas frescas
1 aguacate maduro
Media cebolleta
2 cucharadas de mostaza Dijon Original Maille
2 cucharadas de AOVE
El zumo de un limón
Sal
Pimienta
Perejil
PREPARACIÓN:
Es fundamental que en este tipo de platos las gambas sean los más frescas posibles ya que no las vamos a cocinar. Limpiamos éstas de cabeza y pieles y quitamos también el intestino o hilillo negro que tiene la gamba. Reservamos. Picamos bien el perejil. También la cebolleta.
Cortamos cada gambas en dos o tres partes. Y, por último, pelamos el aguacate y troceamos también pequeñito, más o menos del mismo tamaño que las gambas. Ponemos todo en un mismo bol y rociamos con el zumo del limón (podemos ponerle lima). Salpimentamos.
Preparamos el aliño, para ello ligamos la mostaza con el AOVE hasta conseguir una mezcla menos espesa. Añadimos al bol donde tenemos el resto de ingredientes y mezclamos bien. Metemos en la nevera una media hora antes de servir. Emplatamos con la ayuda de un aro y decoramos con una ramita de perejil o cebollino.
No le tengáis miedo a este tipo de platos, en realidad no parece que las gambas estén crudas, se cuecen en su propio aliño, si su sabor recordara al pescado crudo yo sería la primera en no comerlo.
Feliz fin de semana.
Lidia.