Después de disfrutar de las tardes en las playas cercanas a cabopino, comimos en el Merendero Cristina en la Playa de las Chapas. Fue la típica, frenética y relajada comida familiar y con amigos de verano hasta reventar y luego a descansar a la sombra con un buen libro, que para algo es verano!
Y una noche en nuestro apartamento de Marbella nos juntamos para hacer una bandeja digna de salir en una cuenta de instagram de fitness! Aunque simplemente fuera por refrescarse en el sur, o por hacer una cata de melones jajajaja
Y tras un paseo nocturno por Puerto Banús la cenita libanesa típica de todos los años con su shisha y un postre digno: Baklava y Té moruno. Duuuuulce y sabroso terminar de este viaje exprés por Marbella