Me encantan los cake pops, son muy entretenidos de hacer pero están taaannn buenosss. Además dan mucho juego, los puedes hacer de colorines, con nocilla, con queso..... o como los de hoy, de tiramisú. Si os gustan estas delicias os invito a que veáis el resto de recetas de cake pops que tengo en el blog, que son bastantes la verdad.
Y pensaréis... que ocurrencias!! Pues la verdad es que hasta yo misma estoy alucinada con el invento, y con lo ricos que están, jajaja.
La idea me vino a la cabeza nada más recibir el mail de Mabel del blog A nadie amarga un dulce. Ella es la causante de esta receta. Como cada día 20 toca Desafío en la cocina con receta dulce, y Mabel nos ha desafiado a elaborar un tiramisú pero un poco diferente, que se salga de la típica receta, teníamos que reinventar este postre tan conocido por todos. La verdad es que a mi no es un postre que me arrebate demasiado, es más, no tengo en el blog ninguna receta publicada por ese motivo. Ya os digo que no le di muchas vueltas, lo tenía clarísimo. Y os diré que me he reconciliado con el tiramisú. Todos los que han probado la receta han quedado encantados. En una semana los hice dos veces!!
Lo bueno de los cake pops es que son pequeños bocados por lo que no te atiborras como cuando te tomas un trozo de tarta, bueno, siempre y cuando no empieces a tomar uno detrás de otro. Es ideal para quitarse el gusanillo.
Si queréis ver las versiones de mis otros compañeros de desafío solo tenéis que pinchar aquí.
Vamos con la receta. Para hacer unos deliciosos Tiramisu Cake Pops vamos a necesitar....
Os cuento cómo los hice.
Lo primero de todo es triturar los bizcochos con un procesador de alimentos, yo use la thermomix.
En un bol ponemos es mascarpone, el café y el Amartetto y mezclar, se puede hacer con la ayuda de la batidora.
Con paciencia incorporamos esta mezcla a los los bizcochos triturados. Cuesta un poco pero al final conseguiréis una masa compacta y que se maneja con facilidad, aunque te deja las manos bastante pringosillas.
Ahora tenemos que hacer las bolitas. Coger un poco de masa y hacerlas con las manos, intentando que todas sean del mismo tamaño y no demasiado grandes para que luego no se nos caigan del palito.
Cuando tengamos todas las bolas hechas, las introducimos en la nevera unos 10 minutos para que se compacten.
Pasado este tiempo fundimos un poco de chocolate blanco, puede ser en el microondas pero con mucho cuidado de que no se nos quemen. Mojamos la punta del mikado en el chocolate y lo introducimos en la bolita. Repetimos con todas las bolas. Introducir en el frigorífico durante al menos media hora para que el chocolate se endurezca y quede pegado a la bola.
Fundimos el resto del chocolate blanco y vamos mojando los cake pops, retirando con pequeños golpecitos el exceso de chocolate. Espolvoreamos con el cacao en polvo y volvemos a introducir en el frigorífico hasta el momento de servir.
Si tenéis alguna duda con la elaboración podéis pinchar aquí, en ese post explico paso a paso como elaborarlos, con fotos, y también podéis ver un vídeo explicativo de Bakerella. O si lo preferís me escribís un comentario y os contestaré encantada.
Por cierto, como llevan queso hay que guardarlos en el frigorífico. Curiosamente el mikado se pone blando solo en la punta donde no lleva chocolate, el resto queda perfecto.
Espero que os haya gustado la idea.