En casa somos fan de Laccao, uno de los sellos de un mallorquín :), Laura es la fan número uno y mas estando en Barcelona, es pisar Sa Roqueta y pedirse un Laccao.
Cuando mi 50% me pidió torrijas (una vez al año no hace daño), se me ocurrió empaparlas en Laccao, literalmente volaron, difícil comerse solo una.
Por mis investigaciones de torrijas, es como todo, hay mil y una recetas de todo tipo, a las tradicionales se une la creatividad e inovación que va a aumentado este recetario tan nuestro, como las que podéis encontrar en el blog, en este enlace, torrijas de pa-amb-oli, se las ví preparar a Marta Rossello.
Como hija de extremeños, en mi casa las torrijas siempre han sido con sobras de pan, por eso no se limitaban solo a Semana Santa y además se empapaban en vino, la receta la podéis encontrar en el siguiente enlace; Ahora sería impensable dar torrijas a un niño bañadas en vino, pero yo las he comido toda la vida así. Cuando mis hijas eran niñas, en lugar de vino, las empapaba infusionando leche, azúcar, canela y la piel de un limón y además tenía a Laura, mi cocinera preferida, de segundo de cocina.
Ingredientes:
Una barra del día anterior
1 laccao
dos huevos
aceite de girasol para freír
100 grs. azúcar
1/2 cucharadita de cacao puro en polvo, en mi caso Valor
Elaboración:
Cortar la barra del día anterior en rodajas de1,5 cm. aproximadamente, dejarlas un par de horas en la cocina, se pondrá un poco mas dura.
En un bol verter el Laccao, en otro los huevos batidos, poner el aceite a calentar, disponer de un plato con papel de cocina para dejarlas escurrir un poco después de freírlas y otro plato en el que mezclaremos azúcar y el cacao puro.
Bañamos las rodajas de pan en el Laccao, dándoles la vuelta para que se impregnen bien, lo gusto, sin que gotee, pasarlo por el huevo batido y a la sartén que previamente tendremos el aceite caliente (cuando el aceite está caliente, en mi caso una vitroceramica con numeración del 1 al 9, lo pongo al 6 para que mantenga la temperatura y tampoco queme la torrija nada mas ponerla).
Freír las torrijas por ambos lados hasta que estén doradas, pasarlas al plato con papel de cocina para retirar el exceso de aceite.
Finalmente rebozarlas en el plato que tenemos preparado con azúcar y el cacao en polvo.
Listas para degustar! con el sabor característico de nuestro Laccao; templadas están... sin palabras! y si sobran, frías están... también te quedas sin palabras, con el azúcar semi-derretido, pasando a ser casi almíbar, deliciosas!
NOTA: No es un post patrocinado, es un post de una familia mallorquina, fan de su tierra y por supuesto del Laccao.
Que tengáis una buena Semana Santa, y si hacéis las torrijas, me lo contáis, en mis redes me encontrareis a diario.