Que siempre tiene que haber un ingrediente porculero, pues esta vez para mí fueron dos: ¿Cómo casar el chocolate con la manzana? ¿Cómo meter la nata (crema de leche)?
Me surgieron muchas ideas de diferentes calibres, hasta que en un alarde de originalidad pensé en una tarta. Pero no una cualquiera; una tarta sin horno. De esas que tienen miles de capas, además. Con relleno untuoso, ácido, dulce.
¿Se puede? Pues sí, usamos tortitas en vez de láminas de bizcocho :D
Ya Jamie Oliver tiene una receta similar, así que si él puede, ¿por qué yo no? Para complicarme, he transformado las nueces en un praliné que, mezclado con la cobertura de chocolate blanco, le dan imponencia al pastel que he castellanizado como "tortitarta". En inglés suena mejor, redundante pero mejor, sin duda.
El contrapunto ácido y tiene-frutita-es-muy-sano lo aporta una compota de manzana aromatizada con canela; eso sí que es amor para toda la vida.
Que no te sorprenda si la nata (crema de leche) que uso es de bote, es que uso tan poquita que iba a abrir un brik para usar la mitad. Si prefieres montarla porque te gusta más, siéntete libre.
Me gusta esta receta porque conforme la hacía me he dado cuenta de varias cosas:
- Que una vez hechas las tortitas, sea con estos rellenos o con otros (Nutella, por ejemplo), es una tarta que pueden montar los niños, con el aliciente de hacer un verdadero rascacielos de tarta seguro que pican.
- Que no necesita horno, confirmado. Para esas casas de alquiler con minicocina y, en el mejor de los casos, un microondas con grill.
- Que el resultado y el grado de complicación depende de cada uno: que a mí me daba cargo de conciencia hacer una tarta de tortitas y he hecho lo del praliné por tirarme el rollo, pero compra un bote de dulce de leche, uno de Nutella, nata montada (crema de leche) y sé creativo sin currarte nada más que las tortitas.
¿Te animas? Pues aquí tienes los ingredientes:
Para las tortitas uso la receta del 1080 recetas de cocina, es la receta de toda la vida de tortitas en mi casa, un poco tuneada.
- 200g de harina
- 1 pizca de sal
- 2 cucharaditas de levadura química
-
- 1 cucharada sopera de aceite
- 2 huevos
- 250ml de leche fría
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
En un bol mezcla la harina junto con la sal y la levadura química y reserva.
En otro bol, bate los huevos junto con el azúcar, e incorpora después el aceite, la esencia de vainilla y la leche. Tamiza la harina para ir integrándola poco a poco en el líquido, pero dándole alegría, no te entretengas demasiado.
En una sartén antiadherente caliente (yo no la engraso, no me hace falta) reparte como medio cucharón para hacer una oblea más o menos perfecta. Aquí piensa en la altura y diámetro de la tarta y en el grosor de las capas, en cómo te apetece, para darle la misma forma a todas las tortitas que te salgan con esa masa; yo usando un diámetro de unos 20 cm me han salido como 8 capas, para que te hagas una idea. Lo más importante es que sean todas igual de amplias.
Cuando tengas todas listas reserva. Te recomiendo que las cales con un almíbar ligero a base de azúcar y agua, que puedes animar con un poco de ron si no la van a tomar niños. Las tortitas se secan bastante y hacen que la tarta desmerezca de un día para otro.
Para la compota de manzana,
- 400g de manzana, que sea ácida (Granny, reineta)
- 150g de azúcar
- El zumo de un limón
- Un trozo de canela en rama
La preparé en Thermomix mientras pelaba las nueces, pero tampoco tiene mucho misterio: pela y limpia la manzana, cortando en trozos medianos para que no se pierda mucha textura una vez cocinada.
Riega con el zumo y el azúcar la fruta dentro de una cacerola, remueve e introduce el palito de canela; cuece a fuego lento como 15 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que ese verde pálido pase a un dorado brillante.
Retira el palito de canela y reserva.
Para el praliné de nueces y chocolate blanco,
- 100g de nueces peladas y troceadas
- 50g de azúcar
- 2 cucharadas de agua
- 100g de chocolate blanco (usé el especial para postres, ya que el chocolate blanco suele dar más guerra que el chocolate negro si no es de cobertura)
Prepara un caramelo rubio con el agua y el azúcar, cuidando que no se tueste más de la cuenta. Añade las nueces y remueve para que se impregnen bien del caramelo y extiende la mezcla en una superficie que aguante el calor para que se enfríe.
Cuando esté frío, tritura lo máximo que permita tu batidora o robot de cocina. Cuando más triturado, más fino quedará el praliné. La Thermomix también viene muy bien porque con la función de calor ayuda a sacar la grasa de la nuez, que es menor que en otros frutos secos, y ayuda a amalgamar la pasta resultante. En cualquier caso, con la fricción de las cuchillas también se va soltando esa grasa.
La textura que yo obtuve fue esta:
Funde al baño maría el chocolate blanco e incorpora el praliné hasta que quede una cobertura homogénea. Deja sobre el baño maría para que no solidifique mientras que montas la tarta, es una preparación muy pastosa y que ya de por sí cuesta extender.
Además, te hace falta:
- 6 cucharadas de nata montada (crema de leche)
- Nata montada (crema de leche) para decorar
El montaje de la tarta no tiene mucha complicación. Me salieron 8 tortitas (7 espacios a rellenar), los dos centrales los rellené con la nata (crema de leche) y el resto con la compota de manzana, pero puedes alterar el orden y la proporción de los rellenos si te apetece. Lo único procura nivelar bien los rellenos y cuadrar las tortitas para que no parezca la torre inclinada de Pisa (la mía, de hecho, lo parece un poco xD).
Es complicado porque las capas de "bizcocho" no son regulares, pero no imposible.
Cuando hayas rellenado y montado la tarta, sólo queda cubrirla con el praliné. No intentes dejarla lisa, perfecta y que cubra los laterales como si fuera una layer cake convencional, porque los bordes irregulares de las tortitas no te lo van a permitir. La mejor opción para mí ha sido dejar que caiga por los laterales mientras alisaba con una rasilla la capa superior, cuidando eso sí, que caiga más o menos la misma cantidad por todos los bordes. Trabaja rápido, que aunque no llega a solidificarse del todo, se vuelve muy denso y difícil de manejar.
Ya para terminar la decoración, añade una nuez picada a la superficie y unas flores de nata (crema de leche) en la base.
¡Que aproveche!