Los otros ingredientes son queso rallado, yo usé parmesano en polvo, harina de trigo la cual se puede cambiar por harina de garbanzo para los que no toméis gluten, la levadura tipo Royal o bicarbonato y un huevo, vamos cosas de ir por casa, je, je.
Ingredientes:
500 grs. de calabacín.
1 huevo L.
90 grs. de harina.
1/2 sobre de levadura química.
40 grs. de parmesano rallado.
Sal y pimienta.
Lavamos y secamos los calabacines, cortamos las puntas y los rallamos por la parte gruesa del rallador, lo echamos a un colador y esperamos un ratito que vaya soltando agua. Después lo apretaremos con las manos bien limpias para que suelte mucho más.
En un bol grande batimos el huevo con sal y pimienta, añadimos el calabacín rallado bien escurrido, vamos cogiendo bolas del rallado y lo apretamos bien con las manos y lo echamos al bol, añadimos la harina, la levadura y el queso y removemos hasta integrarlo todo.
Ponemos una plancha o sartén con un poquito de aceite al fuego y cuando esté caliente echamos una cucharada grande de masa para cada tortita, las dejamos un par de minutos y les damos la vuelta, esperamos un minuto más y se sacan a un plato.
Son un acompañamiento perfecto para cualquier carne o pescado, están esponjosas y tiernas y tienen un sabor muy suave. Espero que las probéis.
Bye.