Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana? Y quien dice semana dice este casi mes.
No tenía pensado desaparecer tanto tiempo, pero después de tres semanas sigo de mudanza, creo que esta es la mudanza por fascículos más larga de la historia.
Por una cosa y otra no he podido coger la furgoneta de mi hermana para mover todo así que la estamos haciendo mi madre y yo con maletas, pero entre las clases y el trabajo sólo tengo libre los fines de semana así que no tenemos mucho rato. Así que la mitad del tiempo no sé dónde están las cosas si en una casa u otra, pero con un poco de suerte a ver si para esta semana tengo todo aquí aunque no sé cómo voy a meter tanta cosa en un cuarto.
Parece increíble que en los cinco años que estuve en Barcelona viviera en cuatro casas y metiera todo sin problemas en mini habitaciones.
Aún no sé cómo voy a hacer con las recetas y las fotos. El horno de esta casa es muy viejo y estamos pendientes de cambiarlo, ya no regula la temperatura y en seguida se queman las cosas, pero va junto a la vitro así que supongo que la cosa tardará un tiempo. Por otro lado para las fotos usaba unas mesas que había pintado, pero en principio no me las voy a traer ya que no tengo sitio para guardarlas. Pero como dice el tatuaje que tengo en el brazo poco a poco y sin agobiarnos y es que una de las cosas que estoy aprendiendo teniendo a mis abuelos enfermos es que no podemos hacer planes a largo plazo ya que no sabemos lo que va a pasar mañana así que con calma e intentando solucionar una cosa a cada momento.
La receta que os traigo hoy es vieja, la tengo preparada desde hace tiempo, pero pensaba publicarla en diciembre con las recetas para navidad, pero nunca se tienen suficientes recetas de tortitas y siempre viene bien tener una extra para cuando te da un antojo.
Ingredientes
1 huevo
3 cucharadas de mantequilla
200 g de harina
125 ml de leche
100 g de azúcar
1 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de jengibre
1/4 cucharadita de nuez moscada
1 cucharadita de levadura
Sal
En un bol mezclamos el huevo, el azúcar y la mantequilla derretida.
Añadimos la leche.
Incorporamos la harina junto a las especias, la levadura y la sal y revolvemos hasta tener una masa sin grumos.
Engrasamos una sarten con un poco de mantequilla y vertemos un cazo de masa. Cocinamos un par de minutos, hasta que se hayan formado burbujitas por toda la masa, damos la vuelta y cocinamos otro minuto.
Repetimos con toda la masa.
A mi las tortitas como más me gusta tomarlas es con un poco de sirope de arce, pero con miel quedan riquísimas y seguro que con otros siropes quedan de lo más ricas.
Feliz semana :)