Ingredientes:
- 500 gramos de harina de fuerza.
- 100 mililitros de aceite de oliva.
- 100 mililitros de agua.
- 2 huevos (uno para la masa y otro para pintar).
- 1/2 sobre de levadura de panadero.
- 1 racimo de uvas.
- 1 manzana.
- 150 gramos de azúcar (50 gramos son para espolvorear).
Elaboración:
Mezclamos la harina, la levadura y 100 gramos de azúcar (el resto es para espolvorear) y realizamos un volcán, en el medio añadimos el huevo batido, el vaso de aceite y el agua y seguimos batiendo la mezcla.
Echamos un poco más de harina de en la mesa para que no se pegue y seguimos amasando. Tapamos con un papel film y dejamos durante dos horas para que fermente y doble su volumen.
Desgranamos las uvas en un bol y las enharinamos. Pelamos y cortamos la manzana y gajos muy finos. Precalentamos el horno a 180º.
Vamos formando bolas con la masa y estiramos con el rodillo, les damos forma redonda, si veis que no os han quedado muy bien, os puede servir un plato como molde. Luego rellenáis la mitad de la masa con las uvas o con las manzanas en gajos, no os paséis, ya que si no se os pueden salir. Si os gustan dulces, a las manzanas echarles un poco de azúcar moreno por encima que quedan muchos más ricas.
Las cerráis como si fueran empanadillas enormes. Pintáis con el huevo batido y echamos un poco de azúcar. Las metéis al horno durante 25 minutos o hasta que estén doradas y ya están listas para sacar. No os preocupéis si en el horno sueltan algo de líquido es normal y suelen estar un poco pegajosas, pero me acuerdo cuando era pequeña que siempre eran así, además era una de las cosas que más me molestaba, porque siempre luego se te pegaban todos los dedos por el líquido que habían soltado las uvas.