Ingredientes:
Un puñado de uvas blancas (se pueden utilizar en conserva las que venden sin pepitas y peladas para fin de año) yo he usado una lata pequeña con 12 uvas
Dos manzanas verdes (tipo Granny Smith)
6 láminas de gelatina
2 cucharadas soperas de azúcar
3 cucharadas de leche condensada
colorante alimentario (color verde) Opcional
1 guinda verde (opcional)
unas hojas de menta o hierbabuena para decorar (opcional)
Nota: Para preparar esta receta he usado una licuadora eléctrica para extraer el zumo de las manzanas
Preparación:
Ponemos las hojas de gelatina a hidratar en agua fría en una fuente honda, durante 10 minutos mínimo.
Licuamos las dos manzanas: obtendremos un vaso de zumo (aproximadamente unos 300 ml).
Ponemos en un cazo al fuego 200 ml de agua y las dos cucharadas de azúcar. Removemos. Cuando empiece a hervir, apartamos del fuego. Echamos las láminas de gelatina escurridas y removemos hasta que se hayan disuelto por completo. Añadimos el zumo de manzana a la gelatina y mezclamos bien.
En este punto, le he añadido una pizca de colorante en gel verde a la gelatina (yo he utilizado el de Wilton)
En el cazo tenemos 200 ml de agua y 300 ml de zumo, en total medio litro de líquido. Separamos la mitad de ésta cantidad, es decir 250 ml en un bol aparte al que añadiremos las 3 cucharadas de leche condensada. Removemos hasta que se disuelva bien.
En el molde donde vayamos a echar la gelatina, alternaremos una capa de gelatina transparente a la que añadiremos las mitad de las uvas peladas, para encontrarnos luego los trocitos de fruta; metemos 40 minutos al frigorífico y cuando se haya cuajado, cubriremos con otra capa de gelatina opaca, que será la que le hemos añadido la leche condensada.
Dejaremos enfriar de nuevo en la nevera otros 40 minutos.Volveremos a echar otra capa de gelatina transparente, añadiremos las otras mitades de uva y meteremos de nuevo al frío. Así hasta terminar el total del líquido. De esta manera nos quedarán pisos alternos de gelatina de uva y gelatina de manzana.
Para desmoldar la gelatina, llenaremos un bol grande con agua caliente. Sumergiremos el molde de nuestra gelatina unos tres minutos. Pondremos un plato debajo y con cuidado le daremos la vuelta.
Para presentarlo en la mesa, podemos decorarlo con una guinda y unos brotes de menta o hierbabuena.
La combinación de sabor es buenísima, ideal para el verano, y sobre todo muy saludable.
¡ Y cómo no, podéis considerarlo otra manera de tomar fruta!
Si os gusta la receta, tenéis alguna duda o queréis hacerme algún comentario, estaré feliz de poder ayudaros.
¡Qué la disfrutéis! ¡Mmmmmm!
Saludos
María José
¡Y no os olvidéis de poner un dulce en vuestra vida!