La ciudad de Lisboa aunque algo decadente me apasiona, la última vez que estuve allí me recorrí todos los anticuarios ya que estaba buscando un regalo especial y fue toda una aventura, descubrí unas tiendas maravillosas por el centro en el barrio Alto, después visité los otros barrios importantes de Lisboa como la Baixa, el Chiado que por su aire bohemio recuerda ligeramente a Montmatre en París, los demás barrios son la Alfama y Belém donde estuvimos en una pastelería probando sus magníficos pasteles de Belém. Otra ventaja de Lisboa es que la puedes recorrer en sus tranvías tan útiles como prácticos.
Bueno, pues con esta receta participo en Reposteras por Europa, este mes nos ha tocado Portugal y el país lo ha elegido Montse del blog "No sin mi Taper".
En mi primer viaje a Portugal tengo que confesar que "casi" no me gustaba el bacalao, lo comía cuando no tenía más remedio pero allí me entusiasmó no solo este pescado sino todos sus postres tan buenos como las "queixadas" o estos "travesseiros", palabra que significa: almohadas, la verdad es que lo parecen, pero no me di cuenta hasta que los hice ya que parecían verdaderamente unas pequeñas almohadas (dulces).
El sitio más típico para comer estos pasteles es Sintra y la pastelería se llama "A Piriquita", están deliciosos os los recomiendo.Casi toda su pastelería viene de los monasterios tan importantes en toda la península ibérica, pero no sucede esto solo en Portugal sino también en España ya que estas recetas de pastelería en ocasiones tiene trescientos o cuatrocientos años y se siguen haciendo exactamente igual, pues son los conventos y sus monjes los que las conservan intactas y muchas veces secretas.
Vamos allá con estos pasteles que son de los más apreciados por toda la gente que va a visitar esta bellísima ciudad portuguesa.
Aquí tenéis este bonito cartel que dice: "Antigua fábrica de Quesadas y Travesseiros. Dulces regionales"
Fuente
Masa de Hojaldre (puede ser de la fresca que se compra ya hecha)
100 gramos de Almendras sin piel
100 gramos de Agua
300 gramos de Azúcar
6 Yemas de Huevo
Harina para espolvorear la bandeja antes de hornear
Azúcar para espolvorear los Travesseiros
Se trituran un poco las almendras sin piel y se reservan. A continuación en una olla se pone el agua (yo usé agua mineral) y el azúcar se deja hasta que hierve, queda como un almíbar suave.
Separamos las yemas de las claras y batimos estas yemas en un plato.
Añadimos las almendras al almíbar que hemos hecho al principio y removemos un poco.
Ahora con un colador de malla fina colocado encima de la olla del almíbar, ponemos las yemas que ya hemos batido y vamos removiendo para que pasen al almíbar.Lo dejamos cociendo y removiendo unos 12 minutos.
Cortamos nuestro hojaldre en cuadrados de 12 x 12 y rellenamos con la ayuda de una cuchara solo un lateral y doblamos sobre este relleno parte de la masa de hojaldre y con la otra parte seguimos plegando hasta conseguir un rollito, que aplastaremos un poco con la mano, el cierre de la masa siempre debe quedar hacia abajo. En los extremos se aplasta un poco para que no se salga el relleno.
Se colocan en la bandeja del horno sobre un papel vegetal (de horno). Temperatura a 180 grados hasta que estén dorados.
Unos minutos antes de sacarlos se les echa por encima un poco de azúcar y se dejan en el horno unos minutos más para que funda un poco el azúcar.
Listo, ya tenemos nuestros fantásticos travesseiros para probarlos y disfrutar con ellos, están deliciosos lo advierto...
Os dejo el Facebook de La Taza de Loza, bueno pues espero que os animéis a hacerlos. Mientras tanto sed felices y cocinad.