Este humilde blog celebra hoy su tercer cumpleaños, y lo hace asombrado y agradecido a partes iguales. Aquel 23 de septiembre decidí abrir la puerta de la cocina y compartir sabores e historietas viajeras con vosotros, y está siendo muy gratificante. Son ya 78 artículos publicados, más de 18.000 lectores, muchos de ellos también fieles seguidores a través de las redes sociales. Y unos cuantos “compañeros blogueros” de los que siempre aprendo y a los que es un placer leer, que me alientan con sus “likes” y comentarios.
Para esta especial ocasión, y dado que el otoño está a punto de instalarse, he pensado en traeros una receta que preparamos a menudo en casa cuando nos juntamos todos. Un buen cocido siempre es un plato que se disfruta en compañía porque es necesario elaborarlo “a lo grande”, con generosas cantidades, y que precisa de una prolongada sobremesa. Además se agradece que sobre, porque es uno de esos platos que ganan recalentados de un día para otro. Tipos de cocido y maneras de prepararlo hay muchas, pero yo os traigo la receta de mi madre que ¡está buenísima!
Estos son los ingredientes empleados para unos 6 comensales:
Media cabeza de cerdo
Un trozo de lacón
Un trozo de jamón
Un hueso de espinazo
2 o 3 chorizos
1/2 k de ternera (jarrete)
Un zanco de pollo
Un kilo de garbanzos
Una o dos patatas medianas por comensal
Un par de repollos (también podéis emplear grelos y/o berzas)
Lo primero que haremos será poner el día anterior la carne curada (cabeza de cerdo, hueso de espinazo, lacón y jamón) en agua a desalar, cambiando el agua al menos un par de veces. También pondremos a remojo los garbanzos la noche anterior. El día de autos, en una cazuela amplia, pondremos a cocer los garbanzos dentro de una redecilla y toda la carne (excepto los chorizos) y vamos espumando las veces necesarias.
A la hora y media más o menos añadimos los chorizos para que aporten su sabor, y dejamos que siga cociéndose todo otros quince minutos. Transcurrido ese tiempo retiramos a una cazuela más pequeña los garbanzos y el chorizo, que mantendremos cociendo a fuego muy lento para que permanezcan calientes. Añadimos la verdura limpia y troceada a la cazuela grande junto a la carne. Cuando la verdura esté casi tierna añadimos las patatas peladas y enteras.
En cuanto las patatas estén hechas nuestro cocido estará listo. En casa solemos servirlo en tres fuentes distintas: la carne por un lado, las patatas y la verdura por otro, y los garbanzos acompañados del chorizo.
Con el caldo sobrante, añadiéndole fideos, hacemos una sopa deliciosa
Comer en familia siempre es motivo de festejo, porque a veces es complicado coincidir por los horarios, y un buen cocido es el plato ideal para celebrarlo
Receta dedicada a mi familia… y a ti que me estás leyendo. Gracias por compartir conmigo este especial “cumpleaños”
“Un cocido para festejar” también está disponible en audio en ivoox
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