Los que me leéis desde hace tiempo sabéis que me encanta probar cosas nuevas y experimentar con ingredientes y sabores. En casa tengo que confesaros que la coliflor no tiene muchos adeptos. Solo me gusta a mí, que me la tomo cocida, sin nada, o aliñada con limón y aceite de oliva virgen extra con sal. Pero como más me gusta es rebozada con huevo y frita o en tortilla, pero hace mucho que no la hago así (y mira que está rica, pero en casa intento no hacer fritos). Pero a los demás, nada de nada. Es solo cocerla (aunque le ponga leche al agua de cocción) y tendríais que ver, por ejemplo a mis hijos: ¡mamá, qué mal huele!. Con este panorama, era todo un reto conseguir que al menos probasen la coliflor. Me encanta decir: ¿veis como no está mala? ¡Es que las cosas hay que probarlas!. Así que me puse manos a la obra y se me ocurrió esta receta: cuscús de coliflor.
Tengo que decir que a mis hijos el cuscús de pollo y verduras les encanta (podéis ver la receta pulsando aquí: cuscús ligero de pollo y verduras). Incluso el cuscús de verduras al estilo marroquí les gusta, aunque prefieren el de pollo (podéis ver la receta pulsando aquí: cuscús de verduras al estilo marroquí). Así que se me ocurrió: ¿y si en vez de cuscús utilizo coliflor? Y pasé a la acción. Y funcionó. Lo probaron ¡y les gustó! Eso sí, es coliflor, así que no esperéis que se convierta en su plato favorito (por ahora, ¡jijijijiji!), pero el objetivo está cumplido con creces: les demostré que podían tomar coliflor. Y quién sabe, algún día…
Los ingredientes que necesitaremos para cuatro personas son:
– media coliflor grande o una pequeña;
– 150 gr de calabacín;
– 150 gr de berenjena;
– 150 gr de calabaza;
– 200 gr de cebolla;
– 150 gr de zanahoria;
– 150 gr de pimiento verde y/o rojo;
– un tomate mediano maduro;
– 50 gr de pasas de Málaga, con o sin pepitas (opcional);
– 50 gr de almendras (opcional);
– una cucharadita de ras el hanout;
– media cucharadita de comino molido;
– pimienta negra molida al gusto;
– una rama de perejil;
– agua;
– sal;
– 50 gr de aceite de oliva virgen extra.
Preparación:
1. Lava bien las verduras y separa la coliflor en trozos grandecitos. Reserva.
2. Corta la cebolla y el pimiento en juliana y el resto de verduras en bastones gruesos. No quites la piel a la calabaza. Vierte el aceite de oliva en la olla y caliéntalo. Añade la cebolla, el pimiento, el tomate sin piel y cortado en dados, sal y pimienta. A fuego medio rehoga las verduras un par de minutos.
3. Añade a continuación el resto de las verduras (salvo la coliflor) junto con las especias y la rama de perejil entera. Cubre las verduras con agua hasta al menos dos o tres centímetros. Sube la potencia del fuego al máximo y tapa la olla. En mi olla WFM tarda nada: las críticas dicen que es la más eficiente del mercado. Así que tarda exactamente un minuto en subir la válvula y otros cuatro minutos en tener las verduras perfectamente cocidas. Adapta el tiempo a tu olla a presión y cuida de que las verduras no se deshagan de blandas.
4. Transcurrido esos minutos, retira la olla del fuego y espera a que ya no tenga vapor para abrirla con cuidado. Comprueba la cocción de la verdura, la sal y el sabor de la salsa. Puedes añadir más ras el hanout si prefieres que tenga un sabor más intenso. Deja que hierva un par de minutos más sin tapa a fuego alto y apaga el fuego. Reserva.
5. En la misma olla lavada o en otra (mi juego de WFM trae dos, así que lo tengo fácil), vierte la coliflor y cúbrela de agua con sal. Cuécela unos 4 minutos desde que la válvula sube (modifica los tiempos a tu olla rápida: queremos que quede cocida, pero no demasiado). Transcurrido ese tiempo, deja que salga el vapor, quita la tapa, vacía el agua y corta la coliflor muy, muy pequeñita. Si quieres hacerlo rápido, puedes usar si quieres la Thermomix y darle unos cuantos golpes de turbo.
6. Sirve en una fuente amplia. Coloca la verdura con las pasas de Málaga y las almendras alrededor.
Si tenéis niños en casa y les gusta la verdura se comerán bien este plato, aunque debéis tener cuidado con no poner mucho ras el hanout (si comen niños usaría media cucharadita solo). ¡Y cuidado también con los frutos secos si son pequeños!
No quiero despedirme sin hablaros un poco de las almendras y las pasas de Málaga. ¿Sabíais que en Málaga tenemos unas almendras riquísimas? Si nos habéis visitado seguramente las habréis probado fritas, en los cartuchitos que se venden por todo el centro histórico o en las tarrinas que podéis comprar en los ultramarinos y tiendas de barrio tradicionales. Si sois como yo, de comprar en los mercados de las ciudades que visitáis, no podéis perderos el Mercado de Atarazanas, una verdadera obra de arte, donde también podéis comprar estas ricas almendras. Las pasas de Málaga cuentan con denominación de origen propia (imagináos su calidad). Evidentemente, en esta receta puedes usar otras pasas, pero las de Málaga son especialmente ricas, carnosas y deliciosas en platos como este. Puedes comprarlas sin pepitas o quitárselas tú si quieres (no se tarda nada). Y os aseguro que ninguna otra pasa aportará tanto sabor.
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