Parece que por fin llega el buen tiempo. Ya era hora de poder despedir tanto frío y lluvia. Estamos a mediados de mayo y aún no nos hemos atrevido a guardar los abrigos.
Empiezan a apetecer los helados y los postres sin horno. Esto no quiere decir que vaya a dejar de hacerlos pero sí es verdad que, ésta vez, los vamos a dejar un poco de lado.
Hoy llego con una bomba hipercalórica, de esas que cuanto más engordan más buenas están y cuánto más buenas están más apetecen.
Debería conformarme con un sólo vasito pero no puedo resistirme. Ya, si acaso mañana, me lamentaré porque no me ata el pantalón pero hoy …. la bandeja es mía.
Si tienes poco tiempo o pocas ganas de cocinar, éste es el postre perfecto. Sencillo, rápido y aparente.
¿Aún quieres más motivos para hacerlo? Sólo son cuatro ingredientes. ¿Cómo lo ves? ¿Te animas?.
Pues claro.
¡¡¡ Nos ponemos el delantal!!!
Ingredientes :
2 yemas de huevo.
1/2 cucharada de azúcar moreno.
2 cucharadas de crema de castañas
1 tarrina de queso mascarpone
Elaboración :
Disponemos todos los ingredientes. Esta receta tiene la particularidad de realizarse un poco a ojo. No hay unas medidas precisas ya que nos va a condicionar la crema de castañas. Dependiendo de la marca que compremos variará su dulzor y con ello modificaremos también la cantidad de azúcar que tengamos que utilizar o bien la cantidad de mascarpone. O bien ambos. Queda al gusto de cada uno.
Mi consejo es que vayáis probando porque una crema de castañas muy dulce puede estropear el postre. La que veis en la foto no es de las más dulces por lo que se ajusta a las cantidades que os facilito.
Necesitaremos utilizar la batidora de varillas, un bol mezclador, una cuchara y la espátula de silicona.
Lo primero que haremos será separar las yemas de los huevos y mezclarlos con el azúcar utilizando la espátula de silicona.
Integramos ambos ingredientes
añadimos la crema de castañas y mezclamos con la espátula.
Cuando ya quede todo bien integrado añadiremos el mascarpone
y cambiamos la espátula de silicona por la batidora de varillas para mezclarlo todo bien y que quede con cuerpo.
Si el mascarpone no estuviese frío la crema tendría una textura bastante floja.
Ya sólo nos queda rellenar con la crema una manga pastelera que nos ayudará a rellenar los vasitos con nuestra crema.
En alguna de las fotos podéis ver que he utilizado la boquilla 1 M de Wilton y la crema mantiene su forma. En otras simplemente hice un corte en la punta de la manga pastelera y también queda bien.
Para decorar, en unos vasitos utilicé una castaña glaseada. En otros, en cambio, unas almendras en cubitos, avellanas tostadas y como no, arándanos para no perder la costumbre de decorar con fruta.
Con las cantidades que he indicado pueden rellenarse cinco vasitos.
Twittear