Los que solo salimos los días de fiesta, seguimos al pie del cañón, pero pensando ya en las vacaciones que cada vez están un poquito más cerca. Son pocos días los que nos vamos fuera y la verdad es que no son los mejores porque la carretera se pone imposible tanto para la salida como para el regreso, pero el verano queda ya tan lejos que todos tenemos ganas de despejarnos un poco fuera de casa. Si al menos el tiempo acompañara...
Y, como son tan pocos días yo creo que compensa llevar algo de comida preparada para evitar cocinar lo menos posible en nuestro destino y disfrutar a tope del tiempo que estemos allí. Solo hay que organizarse unos días antes y hacerse con algún táper bueno que permita el transporte.
Por eso hoy os traigo unos cuantos platos perfectos para que los cocinéis en casa y os los llevéis de vacaciones. Algunos de ellos se pueden comer fríos o del tiempo; hay otros que os permitirán ponerlas un poco al fuego justo un rato antes de comer y con mínimo esfuerzo las tendrás como recién hechas.
He querido huir de las clásicas tortillas de patata y de las empanadas que están muy bien para un día de campo, pero yo quería seguir comiendo comida de verdad, de la de sentarte a la mesa también estos días.
6 recetas para comer en vacaciones como en casa
Al ser una masa levada, necesita sus tiempos de reposo, pero eso puede ser una ventaja porque mientras tanto, podemos ir preparando el resto del menú. Habrá que amasar la harina, leche, agua, azúcar, sal y levadura, dejarlos reposar. Después de formar los panecillos, tendrán que reposar otro rato antes de ser pintados con huevo y horneados.
No son complicados, podéis ver la receta completa aquí para comprobarlo.
Estas albóndigas en salsa española son perfectas para llevar y de verdad que cuando lleguéis a vuestro destino y las calentéis de nuevo para comerlas estarán como recién hechas. Lo primero será hacer las albóndigas mezclando carne picada con ajo, leche, perejil y huevo batido. Tendremos que enharinarlas y freírlas. Ya solo nos falta preparar la salsa con un sofrito a base de cebolla y pimiento. Añadiremos un poco de vino blanco y agua o caldo de carne; si te gusta, puedes pasarla por la batidora para que quede más fina. Cuando la salsa esté lista, añadiremos las albóndigas y las dejaremos cocinar hasta que la salsa coja consitencia. Un truquillo: déjalo un punto menos de lo que a ti te gusta para que termine de coger cuerpo cuando las calientes en tus deseadas vacaciones. ¿Te imaginas terminar un buen paseo por la playa o por la montaña, llegar a la casa de las vacaciones y que te esté esperando un plato casero, sabroso, delicioso y sano como este? ¡Un lujo! Puedes ver la receta completa aquí.
¿Qué me decís de un plato de legumbres? Por mi experiencia, es de lo que mejor aguanta ser recalentado. Pues para recuperar energía en esos días vacacionales que te dejan más que agotado, no dudéis en llevaros, eso sí, en un recipiente que cierre muy bien, estas judías blancas con pulpo.
Las judías tendrán que quedar en remojo la noche anterior y el pulpo tiene que ser asustado varias veces para que quede tierno. Después nos queda hacer un sofrito con cebolla, ajo y pimiento y añadir el agua, las legumbres, laurel y sal. Se deja cocer el tiempo necesario para que la legumbre quede tierna. Unos minutos antes de que termine el guiso, se añade el pulpo cortado en trozos. Podéis ver la receta completa aquí:
Los guisos que llevan salsa nos permiten preparalos con antelación y calentarlos luego en el momento que nos haga falta. Es el caso de este goulash, un guiso húngaro de carne que, además, mejora si se consume al menos un día después de prepararlo. Tendremos que sellar la carne primero y luego hacer un sofrito con ajo, cebolla y tomate bien maduro al que añadiremos un poco de pimentón en el último momento. Ya solo nos queda cocer la carne con este sofrito, cubierta de vino tinto, hasta que esté tierna. Se trata de un guiso perfecto para acompañar con patatas fritas o arroz blanco y está ¡delicioso! Podéis ver la receta completa aquí.
Para la cena, os sugiero una galette de cebolla roja y queso gorgonzola. Se trata de una especie de tarta salada, parecida a una quiche, pero de masa más crujiente que se puede tomar caliente o fría y, por eso, es perfecta para llevárnosla de vacaciones y tenerla lista cuando llegue la hora de cenar.
Tendremos que preparar la masa con harina, mantequilla, huevo y alguna especia. La estiraremos con un rodillo y la rellenaremos con la cebolla roja que previamente habremos caramelizado y con taquitos de queso gorgonzola. Para finalizar la preparación, habrá que cocerla en el horno hasta que la masa esté cocinada. Sencillo, rápido, delicioso y fácil de transportar.
Podéis ver la receta completa aquí.
Otra alternativa que puede ser perfecta para las cenas o para llevar de excursión y comer fuera de casa, es este brazo de gitano relleno de jamón de york y queso azul. Tendremos que hacer un a plancha de bizcocho con huevo y harina que, una vez cocida, rellenaremos con el jamón de york y queso crema para, después, enrollarlo con la clásica forma de brazo de gitano. Tendrá que conservarse varias horas en frío para que tome bien la forma, lo cual nos viene perfecto para transportarlo hasta nuestro destino vacacional. Ya en frío, se corta y se sirve en rodajas: ¡una cena perfecta que podemos acompañar de una ensalada!
Puedes ver la receta completa aquí.
Espero que todas estas ideas os hayan sido provechosas y que podáis seguir comiendo estos días de asueto igual que en casa.
Y, para no perderos nada, ¡nos vemos en las redes sociales!:
facebook,
google +
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Modificado:
