Como ya va siendo costumbre, este año 2019 vengo con un nuevo y detallado post sobre tendencias gastronómicas que están (bajo mi perspectiva) en pleno auge a nivel mundial.
Un año que viene marcado por un creciente movimiento mundial en torno a la preocupación por la producción sostenible el y consumo responsable y consciente de alimentos. Los sabores del mundo siguen traspasando fronteras en un mundo donde, paradójicamente, “lo local” cada vez toma mayor relevancia.
Siempre me gusta aclarar que no soy una súper experta en el tema, pero ya llevo varios años inmersa en el mundo foodie. Y como saben amo estar constantemente probando sabores nuevos, ir a eventos gastronómicos y conversar con quienes están en este mundo para saber “qué es lo nuevo y que es lo que se viene”.
A lo largo del año voy tomando notas sobre diferentes cosas que me van llamando la atención para poder escribir este post anual con el mayor lujo de detalles posible (mi pasado estudiando y trabajando en investigación de mercado ha sido de gran ayuda con esta súper misión).
¡Así que aquí está! Los invito a leer, comentar y compartir en sus redes si les gusta (¡espero que así sea!)
Puedes leer aquí sobre las tendencias gastronómicas 2018 y las tendencias gastronómicas 2017.
1. ¡No más plástico!
Cada vez son más los consumidores, empresas, marcas, tiendas y supermercados que se suman al movimiento contra el uso innecesario de plásticos.
La preocupación por el uso indiscriminado de plástico ha tomado mucha fuerza en el último año. Este 2019, el sector de la alimentación aumentará su lucha para erradicar esta práctica, que tiene al ecosistema sufriendo por la gran cantidad de basura que se a todos los niveles.
A partir de este problema son varias las marcas y empresas que están introduciendo alternativas ecofriendly para empacar y rotular sus productos. Un ejemplo de esto: hace algunos meses algunas cadenas europeas han comenzado a vender frutas y verduras rotuladas con láser, lo que supone un ahorro enorme en el uso de plástico en etiquetas y stickers. Otro ejemplo es de una cadena de supermercados en Tailandia que ha optado por envolver frutas y verduras en hojas de plátano, ¡una excelente idea de empaque 100% orgánico.
La reducción de plástico va de la mano con la utilización de bolsas de género, la preferencia por empaques biodegradables y la compra de productos a granel, entre otros. Estos pequeños gestos son solo el primer paso para reducir el uso de plásticos y además tomar conciencia sobre la generación (excesiva) de residuos.
2. Las cuatro erres (en el mundo de la alimentación)
“Las cuatro erres” del reciclaje (reducir, reutilizar, reciclar y recuperar) están más presentes que nunca, sobre todo en el mundo de los alimentos, donde se genera muchísima basura proveniente de los empaques y envoltorios de la comida.
Reducir se refiere a evitar la compra de productos innecesarios (por ejemplo comida que probablemente se vaya a echar a perder) y con exceso de empaque. También tiene que ver con optimizar la energía en el uso de lavajillas o el refrigerador, con el fin de disminuir el impacto negativo en el medio ambiente.
Reutilizar, tal y como lo dice la palabra, es darle un segundo uso a productos que pueden tener una segunda (o tercera o cuarta) oportunidad para seguir cumpliendo la misma u otra función. Como ejemplo están las bolsas plásticas, los envoltorios de varios tipos, las botellas, los residuos orgánicos, etc… Solo hay que tener un poco de creatividad para sorprenderse con la cantidad de cosas que se pueden volver a utilizar.
te dejo un buen ejemplo de reutilización de residuos orgánicos, para que lo tengas presente a la hora de cocinar. También te dejo este link con información sobre el manejo de los residuos orgánicos (vermicompostera).
Reciclar significa seleccionar los residuos generados por nosotros mismos para posteriormente ser tratados en plantas especializadas con el fin de volver a crear productos con el mismo u otro uso. Reciclar contribuye con el uso de recursos, ahorro de energía y a reducción del volumen de residuos.
Recuperar consiste en recuperar materiales o elementos para usarlos como materia prima. Hay varios ejemplos; los plástico se pueden recuperar mediante el proceso de pirólisis, el vidrio y la goma pueden ser utilizados como materiales para la construcción, entre muchos otros.
3. ¿Que estoy comiendo y de dónde proviene?
La gran pregunta de este último tiempo y que poco a poco se ha ido instalando en la mente de los consumidores más inquietos.
“¿Qué estoy comiendo y de dónde proviene?” es una reflexión necesaria sobre el origen de los alimentos que compramos y consumimos a diario.
La oferta excesiva de productos ultraprocesados y de mala calidad ha invadido los supermercados y por ende los refrigeradores/neveras de los consumidores ,quienes han perdido completamente la conexión con la procedencia de los alimentos que consumen.
En los últimos años ha saltado una alarma debido al aumento de enfermedades relacionadas con la mala alimentación y el surgimiento de muchísimas alergias alimentarias que antes no existían (o eran muy poco frecuentes).
Cada vez son más los consumidores que toman conciencia y se unen a movimientos en torno a la sustentabilidad alimentaria, entendiendo que el origen de los alimentos que comemos está relacionado con nuestra salud, y que es necesario reducir el consumo de carne y aumentar el consumo de vegetales para lograr un mejor equilibrio en nuestra dieta alimenticia (entre otros temas).
Te recomiendo algunos blogs (que personalmente sigo) donde puedes leer más información acerca de este interesante tema:
Ciudadana B
Lo que más puedo
Realfooding
Animal de Isla
4. Buy Local – Compra local
En línea con la tendencia anterior, donde cada vez más consumidores toman conciencia sobre el origen de los alimentos que consumen, la tendencia de comprar local para reducir la huella ecológica de nuestros alimentos e incentivar la producción local cuenta con cada vez más adeptos.
Son varias las tiendas y supermercados que se han unido a esta tendencia colocando góndolas/zonas donde destacan los productos frescos de producción local.
5. La dieta del equilibrio y el aumento en el consumo de productos orgánicos
La dieta del equilibrio (como yo la llamo) se refiere a incluir en nuestra dieta diaria el consumo de más frutas y vegetales -y por lo tanto de menos carnes y alimentos procesados-.
Una dieta alimenticia que tiene que ver con el consumo más consciente de alimentos y de buscar la forma de nutrir nuestro cuerpo con alimentos “lo más naturales posible”. ¡Por fin una dieta que tiene sentido! (por lo menos para mi que nunca he seguido dietas).
Relacionado con lo anterior, está el crecimiento de la oferta de productos orgánicos (sin productos químicos y procesados sin aditivos), ejemplificado por un creciente número de empresas y marcas que cambian sus procesos o abren nuevas líneas de producción y se certifican para unirse al movimiento de alimentos orgánicos.
Un ejemplo de lo anterior se encuentra en el mundo del vino, donde ha aumentado especialmente la oferta de vinos ecológicos y orgánicos que se pueden encontrar en el mercado.
6. Aumento de la oferta de productos en base a vegetales
Llama especialmente la atención que el mercado ofrece cada vez más alternativas y opciones frente a la demanda de muchos consumidores que deciden reducir y/o eliminar el consumo -excesivo- de carne.
Es cosa de entrar a un supermercado y ver la explosión de marcas nuevas que ofrecen productos tales como hamburguesas en base a cereales, legumbres o algas, quesos, helados y pastelería vegana, leches vegetales, harinas de todo tipo y un sinfín de otros productos que van en la misma línea.
Frutas y vegetales como el jackfruit, los champiñones, las berenjenas y otros vegetales de textura carnosa y muchísimo sabor están cada vez más presentes en los platos de restaurantes y recetas alrededor de la web.
Y esto recién es el comienzo, falta mucho camino en investigación y desarrollo para poder satisfacer la demanda creciente de productos ricos en proteínas de origen vegetal.
7. Los chefs son los nuevos rockstars
Son muchos los chefs que hoy en día son elogiados e idolatrados alrededor del mundo por sus increíbles creaciones culinarias. Una tendencia que viene en alza durante los últimos años y que está relacionada con el creciente interés por el mundo gastronómico alrededor del mundo.
Programas y series de televisión como master chef, top chef, chef’s table y pesadilla en la cocina (solo por nombrar algunos) han posicionado a los chefs de diferentes índoles como verdaderos “rockstars” a los cuales seguirles la pista.
8. El boom de las sopas y caldos orientales
En años pasados vimos cómo los sabores orientales han irrumpido con fuerza en las cocinas de occidente, añadiendo toques frescos, diferentes y sabrosos. Si bien los platos más populares de Tailandia, Vietnam y Japón han dado la vuelta al mundo, este año son las sopas y los caldos orientales los que están tomando verdadero protagonismo.
Ramen (japonés), Phở (vietnamita), Sopa miso (japonesa), Laksa (de Malasia y Singapur), Sopa de wantan (china) y Sopa de curry (tailandesa), son algunas sopas y caldos que están comenzando a sonar cada vez con más fuerza.
Por otro lado, hay cada vez más restaurantes japoneses y coreanos que se especializan en platos ideales para compartir como el shabu-shabu y sukiyaki japonés, el hot pot chino o la barbacoa coreana.
9. Tiendas-restaurantes y “patios de comida” gourmet
Si bien estas ideas no son nuevas, cada vez son más las tiendas-restaurantes donde además de comprar productos también puedes sentarte a disfrutar de un café, un plato o un aperitivo elaborados (por lo general) con productos de la misma tienda.
Otro boom es el de los food courts o patios de comida gourmet también conocidos como food halls, donde es posible disfrutar de comida cuidadosamente elaborada (muchas veces del tipo street food) y cervezas o cócteles de elaboración artesanal en un ambiente informal.
10. Recuperar y valorar la cocina local y ancestral
Si bien por un lado son cada vez más las influencias gastronómicas que llegan desde diversas partes del planeta, hay una fuerte tendencia que va contra la corriente y lucha por la valoración de la cocina local y lo hecho a mano. Y con esto la recuperación de ciertas tradiciones, recetas e ingredientes ancestrales.
Es cosa de ver el trabajo de destacados chefs como el brasileño Alex Atala, el mexicano Enrique Olvera, el peruano Virgilio Martínez o el sueco Magnus Nilsson que centran su trabajo culinario en la búsqueda de los sabores locales y en la recuperación de las tradiciones ancestrales de sus países de origen para dar a conocerla en sus destacados restaurantes.
En línea con esta tendencia se encuentra la reivindicación del pan casero y el uso de la masa madre para su elaboración.
11. Revolución tecnológica en el sector alimentario
A nivel de consumidores han surgido nuevas tecnologías y apps que nos ayudan a ahorrar tiempo, ser más creativos y más solidarios. Por ejemplo, hay apps que nos permiten saber qué falta en nuestra despensa, cómo combinar platos para que sean nutricionalmente completos y poder compartir sobrantes de comida con otras personas para no desperdiciar alimentos.
A nivel industrial, son cada vez más las tecnologías que están incorporando el sector agro-alimentario para satisfacer las necesidades de un mercado cada vez más consciente y preocupado por la sostenibilidad. Ejemplos de lo anterior son la innovación en los procesos de producción, el desarrollo de empaques más sostenibles, el uso tecnología para el control de trazas en los alimentos y la creciente inversión en I+D.
12. Helados: mas sabores y colores que nunca
Nuevas técnicas, formas, sabores y colores revolucionan la industria heladera.
Sabores exóticos en base a especias, alcoholes, infusiones, vegetales, cereales y otros ingredientes fuera de lo común -que hace algunos años hubieran sido una completa locura- hoy son parte de la variedad que ofrecen las heladerías artesanales con el objetivo de sorprender constantemente a sus -demandantes- consumidores.
El sector heladero ha sabido incorporar en su oferta las tendencias actuales incluyendo productos “libres de..”, empaques sostenibles, ingrediente de temporada, y creando alternativas para veganos y para quienes quieran “cuidar la línea”. Algunos ejemplos de lo anterior son helados libres de proteína A1, de bajo índice glucémico, sin lácteos y el uso de alternativas a la azúcar para endulzar.
Un sector que definitivamente va en alza y que hay que tener en la mira.
13. Nuevas cocinas del mundo
La globalización ha permitido acercarnos a cocinas que se encuentran -literalmente- al otro lado del mundo. No es raro encontrar más de un restaurante mexicano en Dinamarca, restaurantes de comida coreana en Buenos Aires o un local de comida costarricence en Singapur (todos estos son ejemplos reales que he visto en mis viajes).
Pero hay gastronomías menos conocidas que poco a poco se están dando a conocer dentro de la escena local, entre éstas se encuentran las cocinas de Sri Lanka, Birmania, Indonesia, Siria, Jamaica (cocina caribeña), Venezuela y Brasil.
14. La expansión del Fast Good
Y para terminar, y -una vez más- en línea con las tendencias de comida saludable, nutritiva y sustentable se encuentra el gran crecimiento de la industria del fast good (comida rápida saludable).
Un estilo de comida que se adapta al mundo de hoy; donde las personas buscan la inmediatez, la practicidad y la sencillez sin por eso tener que sacrificar la “calidad nutricional” de lo que comen.
De igual forma son cada vez más las empresas ofrecen delivery de comida preparada saludable (también conocido como tuppercatering) a las oficinas, lugares de estudio y hogares.
¿Qué te ha parecido esta lista de tendencias? ¿Habías escuchado hablar sobre todas ellas? ¿Añadirías alguna más a la lista? Déjame tu opinión en los comentarios, ¡me encanta saber que piensas!
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