2 formas perfectas de conservar el jengibre fresco: Si eres de las personas que no utiliza mucho el jengibre, pero te gusta tenerlo en casa para darle de vez en cuando un toque diferente a tus platos, una forma de que te dure mucho tiempo sin que se te estropee, es congelándolo.
Para ello, tienes 2 formas perfectas de conservar el jengibre fresco:
Congelar la pieza a rodajas: Pero no las cortes todas iguales, de ese modo podrás coger la porción – o las porciones – que te hagan falta según la receta que se vaya a elaborar. Incluso, si lo deseas, puedes pelarlo antes de cortar y congelar. Eso si, consérvalo dentro de un bolsa hermética. Te aguantará varios meses en el congelador en perfectas condiciones.
Congelar la pieza entera: Guardarlo entero y pelado (en un táper o bolsa hermética), de modo que, cuando lo tengas que utilizar sólo tienes que sacarlo del congelador, rallar lo que necesites (sin descongelar, por supuesto) y volver a guardarlo.
¡Ahora ya puedes disfrutar de tener jengibre fresco todo el año en tu cocina, sin preocuparte de que se te vaya a estropear!
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