1. Pollo asado
Con el avance de los asadores de pollo en diferentes puntos de la ciudad, hay muchas personas que han perdido la costumbre de preparar este plato. Sin embargo, es extremadamente sencillo y rápido, así que puede ser una receta salvadora para esos días en los que tenemos que cocinar algo y no se nos ocurre qué, además suele ser muy recomendable para chicos que son un poco quisquillosos a la hora de comer. El pollo asado casi nunca defrauda.
2. El huevo
La preparación de un huevo, sea cocido, frito o revuelto, no tiene mucha dificultad. Aunque el error que más se repite es cocinarlo de más. Esto genera que se pierdan gran parte de sus nutrientes y de su sabor. La clave está en preparar el huevo a una temperatura de 70 grados. Esto ya elimina cualquier riesgo de contraer salmonella u otras infecciones.
3. Pure de verduras
El gran acompañamiento de las comidas. El puré se puede hacer de zapallo, de papa, de zanahoria y de muchas otras verduras. La preparación es bastante sencilla, pero si no conoces ninguna, una muy simple y extendida consiste en sofreír cebolla y puerro hasta que quede traslúcido y añadir la verdura que deseemos. Sal y pimienta, volvemos a sofreír un rato, añadimos agua y una vez que se mezcla bien, batimos y listo. Puedes añadir leche o crema para una consistencia más cremosa.
Estas son solamente tres recetas básicas que todos deberíamos conocer, para preparar fácilmente platillos clásicos y rápidos en nuestra cocina.