Todos creemos que sabemos cocinar pasta pero … ¿sabemos? La pasta es uno de los platos más conocidos y que suele gustar a todo el mundo, pero a menudo cometemos errores. Reflexionemos sobre qué hacemos mal al cocinar la pasta para disfrutar de un plato delicioso.
Hace poco Sylvia, de @reaprendiendojuntos, me comentó que sería interesante escribir una entrada donde se hablara de lo que no debemos hacer nunca en determinadas recetas o con determinados alimentos. Esto ayudaría a los más inexpertos a conocer algunos errores que deberían evitar, o incluso o los no tan inexpertos cuando hace tiempo que preparamos una receta y se nos ha olvidado el “toque mágico” para que salga perfecta.Pensando en esto, se me ha ocurrido hablar de los posibles errores de algo tan sencillo y habitual como es preparar un buen plato de pasta. Así en lugar de “cómo cocinar pasta” pasamos a “errores al cocinar pasta”.
1. Cocer la pasta con antelación
La pasta sabe mucho mejor recién hecha y apenas tarda unos minutos. Es mejor dejar su cocción para el último momento. Si la dejamos escurrir y se enfría y apelmaza ya hemos estropeado el plato.La idea es tener preparada la salsa y/o el resto de ingredientes como carne o verduras, el queso recién rallado, para mezclarlo con la pasta en cuento ésta esté lista, sin tener que esperar.
2. Utilizar una olla demasiado pequeña
La idea de una olla más pequeña, con menos agua que hervir, parece lógica y es una tentación cuando tenemos prisa. Sin embargo, el cocer la pasta con una olla de mayor tamaño puede marcar una gran diferencia. La pasta necesita mucho desahogo para cocerse correctamente.Utilizad una olla del tamaño adecuado, mejor alta si vais a cocinar pasta larga como los espaguetis. Recordad que necesitaremos un litro de agua por cada 100 gramos de pasta. El agua, al hervir, subirá, y la pasta también crecerá de tamaño a medida que se vaya cociendo.
3. No poner sal al agua
En España tenemos la costumbre de poner de todo al agua (aceite, laurel…) cuando lo único que debemos poner es sal. Para que la pasta tenga un mejor sabor hay que tirarle sal al agua sin andarse “con remilgos”. Al menos de 5 a 10 gramos de sal por cada litro de agua.Cada uno tiene sus manías respecto a cuando echar la sal, pero la experiencia me dice que el mejor momento es cuando el agua ya ha empezado a hervir. Si la echamos antes le costará más levantar el hervor.
Cuando hayamos echado la pasta habrá que removerla un poco para evitar que se pegue al fondo y se apelmace. Si la pasta es fresca esperemos un minuto antes de remover y si es seca por lo menos 3 o 4 para evitar que se pueda romper.
4. Tapar la olla
Podemos tapar la olla si queremos que el agua hierva más rápido pero cuando estemos cociendo la pasta hay que dejarla destapada para que no forme espuma.5. El tiempo el justo
Hay gente que prefiere la pasta “al dente” y otros un poco más cocida pero ¡nunca! la cozáis en exceso. Para que nos quede al dente la pasta debe estar ligeramente crujiente en el centro y que ofrezca un poco de resistencia al mordisco. Recordad que cuando sacáis la pasta del fuego y la escurrís, el calor seguirá cocinándola un par de minutos.Si, además, vais a mezclar la pasta con otros ingredientes y para ello la mezclamos en una sartén al fuego, continuará cocinándose un poco.
La pasta al dente queda más suelta y sabrosa.
El tiempo de cocción varía según el tipo de pasta, y no resulta fácil dar unos tiempos generales, así que creo que la mejor recomendación es seguir los consejos del fabricante.
6. La pasta cocida no se enjuaga
En cuanto tengamos la pasta cocida la debemos escurrir rápidamente pero nada de enjuagarla. Esto es un atentado y un maltrato a la receta. Yo he visto hacer esta maniobra con el pretexto de que así queda mas suelta y no se pega. La solución es echarle un chorrito de aceite. Si enjuagamos la pasta, ésta pierde textura. Queda lisa y blanda.Lo adecuado es utilizar un buen escurridor de tamaño grande e ir moviéndolo en círculos con suavidad. La pasta pasadla al escurridor con una espumadera para evitar tirarlo todo de golpe (pasta y agua) y que se rompa. Los tallarines, o las pastas rellenas, no se deben escurrir: lo mejor es sacarlo del agua con una espumadera y pasarlo directamente a la salsa.Y siguiendo el consejo número 1, ¡la salsa estará preparada para mezclarla inmediatamente!.
7. El agua de la cocción no se tira
El agua de la cocción nos puede ayudar a enriquecer la salsa. Este agua lleva parte del almidón que ha soltado la pasta y es perfecta para espesar y ligar una salsa.Si guardamos un poco del agua de cocción, podemos añadirla al final si vemos que la salsa nos ha quedado muy seca o si queremos que la pasta nos quede más sedosa.
8. La salsa la justa
Recordemos que la pasta es la protagonista y no la salsa. Es un fallo de novatos ¡yo lo he cometido muchas veces! Si inundamos el plato de salsa la pasta pierde su sabor.RESUMIENDO:
Recordemos que para cocinar la pasta basta con echarla al agua con sal cuando esté hirviendo y seguir los tiempos de cocción que marcan las instrucciones del paquete. Ni hay que poner “un hojita de laurel, ni aceite de oliva”. Para saber si la pasta está al dente solo hay que sacar una pieza de pasta de la olla, morderla y comprobar que está un “pelín” blanca por dentro. Si tiene un color uniforme ¡ya nos hemos pasado!