En cuanto he leído el título he tenido la necesidad de seguir leyendo.
Pero no, no he encontrado una explicación al título, ese título con tanto gancho. No creo que finjamos cocinar, lo que creo es que hemos descubierto que cocinar puede ser divertido y barato.
Sinceramente, hace un par de años ni siquiera pensaba en un blog de cocina, más bien en retomar mi afición por la pintura al óleo. De un día para otro y, la verdad, no sé que me hizo cambiar, pasé de la pintura a la cocina. ¿Quizá porque los resultados de ambas disciplinas son visuales y artísticos? Ni idea.
Lo que si es cierto es que la cocina está de moda. Ser chef es “lo más de lo más”, y la verdad es que cocinar relaja muchísimo y consigue que te olvides de todos los malos rollos que te rodean y pienses únicamente en cómo tienes que cortar el pimiento o la cebolla.
Por otro lado, también han puesto su granito de arena por este fervor hacía la cocina los realities de reconocidos cocineros, como Top Chef y Master Chef. Sin olvidar la tendencia de blogs de gastronomía y cocina, que hasta yo misma tengo uno ¡tan poco como sé de cocina!. Mi intención es aprender ¡eh! que de hecho quiero empezar en la escuela de gastronomía el próximo Septiembre. Cruzo los dedos para que me admitan.
La verdad es que hay un montón de blogs de cocina maravillosos en Internet.
Comenta el artículo que las búsquedas en Google sobre recetas e ingredientes se ha disparado últimamente, sobre todo desde 2010, y entre ellas las recetas fáciles, sanas y rápidas por ese orden. Y está claro que las búsquedas también varían en función del momento del año en el que nos encontremos. Nos gusta buscar información de menús típicos en Navidad, y de un buen cocido madrileño o una sopa en la época de mayor frío.
Y, entre las recetas que más hemos buscado en el último año en España, destaca la búsqueda de las recetas de pollo, y también la de la mítica “receta de bizcocho” , seguida de la del pan, las patatas, las galletas o el bacalao. También buscamos sugerencias para cocinar unos garbanzos, para hacer un solomillo, un salmón o unas lentejas. Y no falla la popular “receta de croquetas” —aunque ninguna contenga los ingredientes secretos de la de nuestras abuelas—. Entre los postres triunfa especialmente la tarta de queso, las tortitas y los crepes.
Pues no, no me han resuelto el misterio