Permitidnos que hoy os hablemos de una alubia singular que se cultiva en un pueblecito medieval de la comarca gerundense de La Garrotxa que se llama Santa Pau. ¿Qué tiene de particular esa alubia? Pues que se cultiva sobre tierra volcánica lo que le confiere unas características especiales que le han valido el reconocimiento por parte de la Unión Europea del sello de Denominación de Origen Protegida. Esta legumbre, a la que allí se denomina “fesol”, es suave, poco harinosa, de color blanco y piel muy fina. Su tamaño pequeño reduce el tiempo de cocción. Es ideal para hacer una ensalada tipo “empedrat” o para acompañar unas buenas setas con butifarra. Hoy las hemos juntado con una berza y el resultado es del todo satisfactorio.
RECETA
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INGREDIENTES
300 g de alubias de Santa Pau
Media berza grande
Aceite de oliva virgen
Un diente de ajo
Pimentón de la Vera
Sal
PREPARACIÓN
La noche anterior poner las alubias en remojo en agua fría.
En una cazuela poner las alubias y cubrirlas con agua fría tres dedos por encima. Si fuera necesario a lo largo de la cocción añadir un poco de agua para mantenerlas siempre cubiertas y evitar así que se deshollejen.
Poner a fuego lento. Tapar y dejar que cuezan durante una hora aproximadamente.
Mientras tanto, poner agua a hervir en una cazuela y cuando hierva añadir la sal. Cocer la berza hasta que esté tierna, colar y reservar.
En una sartén poner aceite y sofreír el ajo, retirar del fuego y añadir una cucharadita de pimentón de la Vera.
Al final de la cocción de las alubias añadir la sal, la berza, el aceite, el ajo y el pimentón. Dejar hervir diez minutos más para que se integren todos los sabores.
CONSEJOS
En los mercados de algunas ciudades venden las legumbres cocidas al peso. Así os podéis evitar los primeros pasos de la preparación.
Si no conseguís encontrar estas alubias con denominación de origen, podéis utilizar alubias blancas arrocinas (pequeñitas). Seguro que el guiso también está muy bueno.