Los menús del día parecerían incompletos, si no fuera por la siempre inestimable presencia del arroz con leche.
No hay bar en España que se precie, que no cuente con este delicioso postre en su carta, y nadie que se resista a él, siempre y cuando, claro está, sea de elaboración casera.
El arroz con leche es también una ventana a la infancia, puesto que es un postre recurrente en el recetario de las abuelas. Existen tantas interpretaciones de esta receta como hispanohablantes, ya que es patrimonio también de Latinoamérica.
Establecer el origen temporal del arroz con leche es difícil, sin embargo, sí que encontramos ciertas pistas que nos podrían ayudar a tejer un hilo temporal.
Tenemos que partir de la base, de que en España, no hubo arroz hasta el siglo V, cuando los musulmanes empezaron a desarrollar su cultivo en la zona de al-Ándalus.
En el año 1477, Ruperto de Nola, el cocinero palaciego, mostraba en su Libro de guisados, manjares y potajes, algunos platos dulces que ya apuntaban a una especie de arroz con leche.
Pero si queremos certezas, tenemos que irnos hasta 1607, cuando Domingo Hernández de Maceras, el que fuera cocinero del Colegio Mayor de Oviedo, publicó Libro del Arte de Cozina, en el que había una alusión al arroz con leche.
Estaba englobado dentro de los platos de vigilia, aunque curiosamente, y dado el mandato expreso de La Santa Madre Iglesia, que prohibía el consumo de huevos y leche los días de vigilia, era más frecuente el uso de leche de almendras.
Más de 400 años después, esta receta permanece impertérrita, algo que deja patente la calidad de este plato.
Cómo hacer arroz con leche en Thermomix
Los robots de cocina, como nuestra querida Thermomix o el también estupendo Cecotec Mambo, nos permiten reconciliar tradición e innovación, pudiendo llevar a cabo este postre de forma deliciosa, y en muy poco tiempo.Tan solo necesitamos de materia prima de calidad, y un arroz glutinoso que confiera una textura inigualable a nuestro plato.
La leche, y sobre todo su grasa, son la vía por la que se expresan los sabores; el perfume del limón y la canela.
Ingredientes:
Arroz arborio o carnaroli 200 g. - Comprar
Leche entera 1,5 l.
Azúcar blanquilla 150 g.
Mantequilla 40 g.
Canela en rama 2 unidades
Cáscara de un limón
Nata (crema de leche) 35% MG 150 ml.
Elaboración:
Como podréis comprobar, los pasos son pocos y sencillos, y el resultado nada tiene que envidiarle a la técnica original. En primer lugar, pondremos la mariposa en las cuchillas. Agregaremos en el vaso de la Thermomix la leche, la nata (crema de leche), la canela en rama, y la piel de limón. Pondremos el cubilete y programemos 10 minutos, a 90 °C y a velocidad 1.
Sin necesidad de abrir el vaso o quitar el cubilete, pesaremos directamente la cantidad de arroz, y programaremos 35 minutos, a 90 °C de temperatura, giro inverso y velocidad de cuchara. A continuación, sin parar la función, verteremos el arroz por el bocal.
Trascurrido el tiempo, añadiremos el azúcar, y programaremos el robot 5 minutos más, a 90 °C de temperatura, giro inverso y velocidad de cuchara, al igual que habíamos hecho en el paso anterior.
Segundos antes de que esté listo, añadiremos la nuez de mantequilla, que conferirá cierto brillo y suavidad al resultado final, aunque este paso no deja de ser opcional. Retiraremos la mariposa, la canela y la piel de limón. Finalmente, repartiremos el arroz en cuencos, o lo extenderemos sobre una fuente.
Como sugerencia de presentación, propongo espolvorear canela en por encima con un pequeño colador. Mejor aún es la opción de caramelizarlo. Dispondremos una finísima capa de azúcar blanquilla sobre su superficie, este es la clave para que no se forme una costra excesivamente gruesa de caramelo. Inmediatamente después, con un soplete de cocina, caramelizaremos la superficie.
A menudo, este postre tiende a resecarse, perdiendo cualidades con el paso de los días. Puedo afirmar, que es un plato que aguanta extraordinariamente bien, tanto en el frigorífico como en el congelador, pero tenemos que saber regenerarlo correctamente. Antes de servirlo, simplemente incorporaremos un poco de leche entera fría, removiendo bien para integrarla.
Insisto en que es muy importante seleccionar ingredientes de calidad, que al final serán los que dejarán su germen en el plato. El uso de un arroz glutinoso, como los que he aconsejado, marcará la diferencia. No menos relevante es la leche, que en este caso podría sustituirse por alguna leche vegetal que, además, recortaría el tiempo de cocinado en unos 15 minutos.
Para conservarlo de forma óptima, tan solo tendremos que filmar la superficie al ras, evitando que esta quede expuesta al aire. Guardaremos en la nevera hasta su consumo, con una fecha de consumo preferente de 4 días desde su elaboración.
¡Buen provecho!
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