Ingredientes (para dos personas):
- 300g de bacalao desalado
- 3 pimientos verdes grandes
- Pan rallado grueso
- 1 huevo
- Sal
- Pimienta negra recién molida
- 50g de harina
- Aceite de oliva suave para freír
Paso a paso:
1. Empezamos lavando y cortando los pimientos verdes a trozos. Para separar las semillas del pimiento sin que se mezclen con la carne un buen truco es presionar el extremo del rabito con fuerza hacia el interior. Después sacamos hacia fuera y conseguimos que todas las semillas salgan a la vez con el rabito.
2. Ponemos aceite de oliva en una sartén a fuego medio y empezamos a freírlos. Yo los hice en dos tandas y tardan unos 7-8 minutos en estar fritos. Una vez fritos retiramos a un plato y salamos. Conviene empezar a freír los pimientos porque así conseguimos darle un toque de sabor al aceite, para freír luego el bacalao.
3. Mientras se van friendo los pimientos podemos ir rebozando el bacalao. Para ello, preparamos tres bols; uno con harina, otro con el huevo batido y otro con el pan rallado grueso para rebozar.
4. Primero pasamos el lomo de bacalao por la harina y cubrimos bien toda la superficie del bacalao. Seguidamente lo pasamos por el huevo batido, al que hemos añadido un poco de pimienta molida. Finalmente lo pasamos por el pan rallado, que en este caso he comprado uno más grueso de lo habitual, para darle un toque más crujiente.
5. Calentamos el aceite donde hemos frito los pimientos a fuego alto y freímos el bacalao. No necesita demasiado tiempo, en 3-4 minutos estará frito. Sobretodo mantener el fuego alto para que el rebozado quede bien crujiente y no se empape de aceite.
6. Una vez frito lo colocamos sobre un plato cubierto con papel absorbente y finalmente, servimos en un plato junto con los pimientos. Ideal para comer al momento, o para llevarlo al trabajo al día siguiente.