(Scroll down for the English recipe)
Y Schehrazada dijo al rey Schahriar:
He llegado a saber, ¡oh rey afortunado! que por los años de hace mucho tiempo
y en los días del pasado ido, había, en una ciudad entre las ciudades de Persia,
dos hermanos,
uno de los cuales llamado Kasim y el otro Alí Babá.
¡Exaltado sea Aquel ante quien se borran todos los nombres, apelativos y motes,
y que ve las almas en su desnudez y las conciencias en su profundidad,
el Altísimo, el Dueño de los destinos! ¡Amín!
¡Y prosigo!... leer más
Principio del cuento Alí Babá y los cuarenta ladrones,
perteneciente a Las mil y una noches.
Así comienza el cuento que nos trae hoy nuestro reto favorito de Una galleta, un cuento. Este mes nuestra anfitriona María Luisa, del blog Mi dulce Valentina, y ganadora de nuestro pasado encuentro sobre El cielo se está cayendo, para que el preparé una fault line, ha elegido Alí Babá y los cuarenta ladrones. Seguro que lo recuerdas: "Ábrete, sésamo". ¡Jajaja!
Tenía claro qué es lo que iba a hacer desde el principio. Quería volver a hacer una baklava, como la que en el mes de noviembre de 2012, publicada el 26/11/2012 (que ya ha llovido...), Whole Kitchen en su propuesta dulce nos invitó a preparar.
La verdad es que para mí, estos pastelillos siempre habían sido un misterio. Yo los llamaba "pastelillos árabes" y sólo los había probado una o dos veces en alguna que otra pastelería. Además, no sabía cómo se hacían y pensaba que resultaría más difícil. Cuando CWK los propuso para noviembre pensé que me iba a costar y que no me quedarían muy bien, pero, creo que he salvado el honor y han quedado espectaculares. Además, el sabor y el olor que dejaron en la cocina hacen que merezca la pena volverlos a hacer, (y así ha sido aunque ha costado 7 años que los vuelva a repetir, ¡jeje!).
Recuerdo perfectamente como la hice y si no fuera por el lote de pelar pistachos que nos dimos mi madre y yo ... (Gracias, Mami), te aseguro que no la hubiera terminado. Esta vez he sido más lista y, aunque ha sido más caro, he comprado los pistachos ya pelados que los venden en el Mercadona y son una maravilla para postres así. Si prefieres pelarlos, recuerda que tendrás que comprar el doble de la cantidad que pongo en la receta. Es decir, si pone 300 gr. de pistachos pelados, pues tendrás que comprar 600 gr. de pistachos. Te aseguro que merece la pena comprarlos ya pelados, ¡jaja! Los deditos no te digo nada cómo se quedan. (¡Ay, madre!). Peor que como quedaron los ladrones en las tinajas.
Aquí dejo la cantidad de monedas de oro que encontré. Joyas era el objeto elegido por María Luisa para que decorara nuestra foto del reto.
Bueno, aquí os dejo la receta para que os atreváis a hacerla. Quedan sorprendentes para tomar café a media tarde o cualquier reunión y se conservan estupendamente; es más, están mejor al día siguiente que en el mismo día. Como yo digo: Hay que atreverse con todo.
Esta receta es parecida a la básica que nos da CWK de Williams-Sonoma pero hice algunas adaptaciones de otras recetas que vi en Pinterest.
No quería desprenderme de mi primera foto para esta receta. Puedes compararla con las que pongo ahora y ya me cuentas si hay diferencia.
BAKLAVA DE PISTACHOS Y NUECES
Ingredientes:
Para el sirope:
185 gr. de azúcar
250 ml. de agua
2 cucharadas de zumo de limón
1 ramita de canela
2 tiras de cáscara de limón y 2 de naranja
280 gr. de miel
Para el relleno:
300 gr. de pistachos pelados y picados
100 gr. almendras picadas
100 gr. de nueces pecanas picadas
60 gr. azúcar
1 cucharada de canela molida
1 cucharada de ralladura de limón
1 cucharada de ralladura de naranja
Para la baklava:
40 hojas de pasta filo
300 gr. mantequilla derretida
Preparación:
Picamos los pistachos. Picamos las almendras y luego las nueces. Puedes picarlo todo junto pero yo lo hice por separado porque cada cosa tiene una dureza diferente y para cuando uno estuviera casi molido, el otro tendría aún trocitos. Guardamos un poco de pistachos picados para decorar.
Precalentamos el horno a 165º. Preparamos un molde rectangular de 25x40 cm. y lo pintamos de mantequilla derretida.
Hacemos ahora el sirope y para ello, colocamos en un cazo todos los ingredientes del sirope, excepto la miel, y lo llevamos a fuego fuerte hasta que el azúcar se disuelva. Una vez disuelta, retiramos del fuego, tapamos y dejamos que repose unos 5 minutos para que el sabor sea más intenso. Luego, colamos y reservamos.
Mientras se enfría, preparamos el relleno. En un bol grande, mezclamos el azúcar con los pistachos, las almendras y las nueces picadas, la canela, la ralladura de limón y de naranja. Reservamos.
Sacamos las hojas de pasta filo. Colocamos una hoja sobre el molde, pintamos de mantequilla, y volvemos a colocar otra hoja sobre la primera. Volvemos a untar de mantequilla y repetimos hasta tener 10 hojas de pasta filo. Ahora, cubrimos con unos 3/4 tazas de relleno, unos 75 gr. de la mezcla. Recordad que la pasta filo debe tener la misma medida que el molde. Si hace falta, puedes ir cortándola y lo que te sobre, puedes guardarlo para otra ocasión.
Después de colocar el relleno, ponemos 5 hojas de pasta filo más, cada una con su correspondiente mantequilla. Y, repetimos este proceso de las 5 hojas 3 veces más.
Cuando hayamos puesto la última tanda de 5 hojas, y el relleno, terminamos poniendo 10 hojas con su correspondiente mantequilla como al principio. En total, las 40 hojas.
En definitiva la serie sería:
10 hojas de pasta filo con mantequilla.
5 hojas de pasta filo con su mantequilla y con su relleno cada una de 3/4 de taza de la mezcla de pistachos.
5 hojas de pasta filo con su mantequilla y con su relleno cada una de 3/4 de taza de la mezcla de pistachos.
5 hojas de pasta filo con su mantequilla y con su relleno cada una de 3/4 de taza de la mezcla de pistachos.
5 hojas de pasta filo con su mantequilla y con su relleno cada una de 3/4 de taza de la mezcla de pistachos.
10 hojas de pasta filo con mantequilla.
Con un cuchillo muy afilado, hacemos cortes de modo que vayamos marcando rombos. Hay que hacerlo antes de que se hornee porque luego, la pasta se enfría, se pone dura y se nos rompería.
Horneamos la baklava durante 1 hora 15 minutos. Cuando esté dorada, sacamos y terminamos de cortar.
Cuando se haya entibiado, bañamos con el sirope que teníamos reservado y dejamos que se enfríe antes de servir. Lo mejor es tomarla al día siguiente cuando los sabores se hayan mezclado bien.
Adornamos con los pistachos picados que habíamos reservado.
¡A disfrutar!
Como puedes ver, no es un postre difícil de hacer. Lo más tedioso es ir poniendo la mantequilla derretida a cada una de las hojas de pasta filo. Si tienes prisa, no hagas este postre. Pero, si dispones de unas horas, hazlo porque te encantará. Además, lo bueno es que puedes hacerlo unos días antes de cualquier celebración y tenerlo preparado para el día que necesites.
Esta fue mi baklava de 2012 cuando salió del horno. La verdad es que este pastel es muy versátil porque puedes hacerlo con los frutos secos que más te gusten y con el tamaño que prefieras. Creo que me quedo pendiente de hacer otra mucho más grande. Ya os la enseñaré.
Y aquí la tienes, ¡jaja! Siete años después, una nueva baklava. Más grande, más rica y con unas fotografías más aceptables. El caso es que considero que la baklava es un postre bastante difícil de fotografiar. No es tan agradecido como puede serlo una magdalena. ¿Tú qué crees?
Esas capas de pasta filo, quedaron espectaculares. Y ya no te cuento el sabor. Ha sido todo un acierto redescubrir esta receta y más hacerla para nuestro cuento de Alí Babá y los cuarenta ladrones. Te dejo el enlace del cuento traducido por Vicente Blasco Ibáñez, que es un poco más largo que el que se le cuenta a los niños pero merece la pena leerlo al completo.
Espero que te haya gustado la receta y que pronto te vea por aquí para saber qué otro cuento nos ha tocado hacer.
¡Hasta pronto!
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