Para 8-10 personas:
300 grs de almendras molidas
100 grs de pistachos pelados y picados
100 grs de azúcar
la ralladura fina de 2 naranjas
la ralladura fina de 1 lima
semillas de 6 vainas de cardamomo verde, molidas en el mortero
1 pizca de canela molida
150 grs de mantequilla, derretida
12 hojas de pasta filo
Para el almíbar:
200 ml de agua
1 cucharada de zumo de limón
300 grs de azúcar
Elaboración:
Mezclamos las almendras molidas, los pistachos, el azúcar y las ralladuras de naranja y lima con el cardamomo molido y la canela, y reservamos.
Precalentamos el horno as 180º. Buscamos una bandeja cuadrada refractaria de 25 o 30 cm de lado y pintamos el fondo con mantequilla derretida. A continuación, cubrimos el fondo de la bandeja con 6 hojas de pasta filo. Las disponemos de forma que haya masa sobrante suficiente para que sobresalga de los bordes y así poder doblarla hacia adentro más tarde, cuando tenga que cerrar el baklava. Pintamos la masa del fondo con abundante mantequilla derretida, luego repartimos por encima el picadillo de frutos secos y apretamos con suavidad. Con 5 hojas de pasta filo de las 6 que quedan, cubrimos el pìcadillo y lo dejamos lo más liso posible. Luego doblamos hacia adentro la masa que sobresale. Colocamos encima la última hoja para cerrar bien el baklava. Pintamos la capa superior con más mantequilla derretida.
Con un cuchillo afilado, trazamos rombos o cuadrados sobre la capa superior de la pasta del baklava. Horneamos durante 20 o 25 minutos o hasta que la pasta esté bien dorada.
Para preparar el almíbar, echamos el agua y el zumo de limón en un cazo a fuego medio-bajo y añadimos el azúcar para que se disuelva. Removemos de vez en cuando hasta que el líquido comience a espesar, al cabo de 20 o 25 minutos. Sacamos el baklava del horno y vertemos de inmediato el almíbar caliente por encima, procurando que se introduzca por todos los cortes qui hicimos antes de hornearlo. Para cortarlo hemos de esperar a que se enfríe por completo, y no lo desmoldamos hasta haberlo cortado.