Las berenjenas fritas con miel son muy típicas de toda Andalucía, pero sobre todo, de la provincia de Málaga, donde no se acompañan con una miel cualquiera, sino con miel de caña,obtenida de la caña de azúcar, esta miel es originaria de un precioso pueblo de la Axarquía llamado Frigiliana.
Esta miel tiene un color muy oscuro y es deliciosa para esta receta, pero si no la encontráis o queréis poner otra, os saldrá igualmente bien la receta.
Os pongo el paso a paso para que os salgan perfectas y ricas.
Mejor siempre comprar productos de temporada, y en verano es cuando la berenjena está en su momento, además de amargar menos, también mi madre siempre ha dicho, que absorbían menos aceite que las de invernadero, las madres son muy sabias, ya lo sabemos.
Necesitamos:
1 berenjena
Sal
Aceite de oliva suave
Harina de trigo
Miel de caña
Preparación:
Elegimos una berenjena que tenga la carne bien apretada y su aspecto sea brillante.
Lavamos y, según vuestros gusto, podemos dejarla con piel, pelarla, o como yo, que hago las dos cosas y con la ayuda de un pelador, le quito parte de la piel.
La cortamos longitudinalmente y después hacemos bastones, como las patatas fritas.
La salamos y la ponemos 30 minutos en un escurridor.
Este proceso hace que suelte el agua que hace que amargue un poco.
Las podemos cortar en rodajas, pero yo tengo siempre la sensación de que en bastones quedan mas crujientes.
Enharinamos y freímos en aceite bien caliente,y ponemos sobre papel de cocina para que no queden aceitosas, la miel se la podemos poner en forma de hilo o bien servirla aparte y que cada comensal se eche la cantidad al gusto.
Las berenjenas hay que comerlas recién hechas porque de momento se ponen lacias y aunque siguen estando ricas, es mejor comerlas crujientes.
Si necesitamos freír una buena cantidad, habrá que cambiar el aceite, pues al necesitar alta temperatura y llevar harina, esta se quema, y producirá olor y sabor desagradable.
Con una berenjena tenemos para dos personas.