Ingredientes para 4 personas:
Aceite de girasol, el suficiente para llenar 1/3 de una sartén de tamaño grande
Berenjena, 1 de tamaño grande (¡la mía era demasiado grande, con ella podían comer ocho personas!)
Harina de trigo blanca o integral, la que se necesite para el rebozado
Huevos tamaño mediano, 2
Pan rallado, el que se necesite para el rebozado
Pimienta negra, al gusto
Sal fina, al gusto
Utensilios:
Espumadera
Máquina de cortar chacina o mandolina, si no dispones de ninguna de la herramientas anteriores usa una tabla para cortar y un cuchillo afilado
Papel de cocina
Platos hondos, 3
Platos llanos, 2
Sartén grande
Elaboración:
Lava y seca muy bien con papel de cocina la berenjena.
Corta la berenjena en rodajas del mismo tamaño*, esta operación puedes hacerla con un cuchillo afilado o puedes ayudarte de una máquina de cortar chacinas o de una mandolina.
*El grosor del corte va al gusto, hay quien prefiere las rodajas muy finas y otras personas las prefieren gruesas.
Extiende un paño limpio sobre la mesa de trabajo y dispón las berenjenas sobre él.
Salpimenta las rodajas de berenjenas al gusto por ambas caras.
Después apílalas sobre un plato y reserva.
Dispón un poco de harina en un plato, haz lo mismo con el pan rallado.
Casca los huevos en otro plato y bátelos.
Pasa cada rodaja de berenjena por la harina, después por los huevos batidos y por último por el pan rallado; ve colocando las berenjenas rebozadas en un plato llano. Repite esta operación hasta acabar con todas las rodajas de berenjenas.
Harina de trigo
Huevos batidos
Pan rallado
Déjalas en un plato
Vierte abundante aceite de girasol en una sartén amplia y caliéntalo a fuego fuerte.
Fríe las berenjenas en el aceite hasta que adquieran un color dorado y el rebozado esté crujiente.
Cuando saques las berenjenas de la sartén déjalas reposar unos minutos en un plato cubierto con papel de cocina, de esta forma eliminaremos la grasa sobrante y las berenjenas se mantendrán más tiempo crujientes.
Puedes, si lo deseas, freír las berenjenas en una freidora.
Pasa las berenjenas rebozadas a una fuente y llévalas a la mesa.
Se comen recién hechas.
Me gustaría poder volver al pasado, no para cambiar las cosas, pero sí para revivir la época en la que era feliz y no lo sabía. Mi granero.