Estoy escribiendo esta entrada en el oftalmólogo. Mientras espero a que me hagan efecto las gotas que dilatan la pupila. Esto es un disclaimer que me exime de responsabilidad sobre lo que mis dedos puedan teclear sin que mis ojos lo vean. O de lo que el autocoerector pueda hacer por su cuenta sin que yo pueda impedirlo. Ya. Ahora mismo ya no veo ni tosta. Abro mucho los okos tratando de enfocat pero es peor. Y la gente me mira rawo, o eso creo porque tampoco les veo... Cuando se me pade el efevto voy a leer lo que he ecbito y lo voy a dejat tal cual. Para recordarme a bí misma y para advertiwos a todos de lo que pasa a partir de los 40 (espero haber escrito cuarenta). Cuando tengas 40 años más 1 día tu agudesa visual se desplomará. Olvídate de enhebrar una aguja nunca más. Y acabarás aquí en la antesala de las gafas de cerca para el resto de tus tías. Y yo ya he cumplido los 41...
Are you 40 years old yet? If you arent consider yourself warned about what will happen to your eyes the morning right after you turn 40. Yes, it is that sudden. Overnight your eyes will start working against you. Or will start NOT working. At all. It is as if the over the counter reading glasses at Target had been waiting for your birthday to be the gift you will most need. I have been able to manage for the past year but I am already 41 and the reading glasses are going to be my best friends from now on (diamonds are not jealous friends so I guess I can have both)
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Es que es muy fuerte en serio. Es tan repentino... Ya cuando me explicaron en el colegio cómo funciona el sentido de la vista recuerdo que también nos contaron lo que es la miopía, la hipermetropía, y la vista cansada. Cuando tienes 12 años y te dicen que la vista cansada empieza a afectar a partir de los 40 años no hace falta que diga dónde alojas esa información. Allí donde crees que sólo te hará falta dentro de treinta vidas. Y empiezas a echarle otra información más relevante encima.
No sospechas nada cuando sientes una alegría inexplicable al haber entendido por fin cómo funciona el enhebrador de agujas que nunca jamás habías necesitado pero que ahora te resulta de lo más divertido de usar. Y digo que no sospechas nada porque como lo de la vista cansada está almacenado en lo más recóndito de tu cerebro, crees que lo usas por diversión y no por necesidad.
Y entonces te vas a vivir a otro país, y las primeras semanas no conoces bien todas las monedas. Y cada vez que las sacas tienes que darles vueltas y vueltas y levantarlas para ponerlas a la luz para ver de cuánto es cada una. Y no lo ves. No ves los números. Ni las letras, porque encima los capullos de la fabrica de moneda estadounidense, en las monedas de cinco centavos no ponen un 5 sino que ponen FIVE. Con letras. Pequeñas. Y tú ahí con los ojos como un chino alejando la moneda para enfocar y con tu cerebro buscando un 5 desesperadamente y ahí lo que hay es un FIVE, que si no distingues un número imagínate cuatro letras. Pequeñas. El resultado: ahora lo pago todo con tarjeta. Hasta en las tiendas de todo a $1.
En resumen amigos, que me ha costado 1 año y algo recordar que igual lo que me lleva pasando desde que cumplí 40 es que tengo vista cansada. Bueno, lo he recordado yo y me lo ha recordado el oftalmólogo. El mismo que me ha dicho que me compre unas gafas de ver de cerca. O que me rinda y sea como esas abuelillas mayores que le abren el monedero a la cajera para que ella les coja el dinero porque no lo ven. Y por ahí no paso, hasta dentro de otros 40 años al menos.
Y con esta hostorieta basada en hechos reales para mi desgracia, os introduzco esta recetita. En casa nos gustan mucho los albaricoques pero hace unos años que me pasa con ellos lo mismo que con los tomates, que me parece que no huelen a nada. Así que el otro día encontré unos que tenían un aroma a verano increíble y me traje bastantes. Los hemos comido solos y en smoothies pero dejé unos cuantos para echárselos a este bizcocho y quedó con una combinación de sabores deliciosa.
Además la técnica del bizcocho es algo diferente y me ha gustado mucho porque me parece que los sabores quedan mucho más intensificados. En vez de mezclar los ingredientes "en frío" por decirlo de algún modo, se infusiona la leche con el azúcar, la vainilla y la ralladura de limón. Y os aseguro que los aromas son muchísimo más intensos así que añadiendo la ralladura de limón y la vainilla a la masa directamente. Si lo probáis ya me diréis si notáis tanta diferencia como he notado yo. Planeo usar este método en otros bizcochos a partir de ahora.
Bueno, ahí va la receta.
Ingredientes
175 grs de azúcar
230 ml de leche
ralladura de un limón
1 vaina de vainilla cortada longitudinalmente para raspar las semillas
80 ml de aceite de oliva virgen extra
2 huevos
200 grs harina
25 grs almendra molida
2 cucharaditas de levadura en polvo (Royal)
½ cucharadita bicarbonato
Pizca de sal
8 albaricoques deshuesados y cortados en cuartos
Almendra fileteada y azúcar glas (para decorar)
Preparación
Precalienta el horno a 180ºC y engrasa y forra un molde desmoldable.
En un cazo añade la leche, la ralladura de limón, el azúcar y las semillas de la vaina de vainilla. Ponlo a calentar a fuego suave hasta justo antes de que hierva. No lo dejes hervir. Y remueve constantemente para que se disuelva el azúcar. Una vez que esté a punto de romper el hervor retíralo del fuego, ponle la tapadera al cazo y déjalo infusionar mientras se enfría durante unos 15 minutos.
En un bol grande tamiza la harina con la levadura, el bicarbonato y la sal. Añade la almendra molida, el aceite, los huevos batidos y la mezcla infusionada de leche. Bate con suavidad hasta que tengas una mezcla homogénea y sin grumos.
Vierte la mezcla en el molde y coloca por encima los cuartos de albaricoque reservándote 6 cuartos. Espolvorea con almendra laminada y hornea hasta que hayan pasado 25 minutos.
Tramscurridos los primeros 25 minutos abre el horno. Probablemente los albaricoques se hayan hundido un poco y la masa esté casi horneada del todo pero aún no. Presiona los 6 cuartos de albaricoque que has reservado por encima de la tarta a medio hacer y cierra el horno. Déjala otros 10 minutos o hasta que esté dorada y al insertar un palillo salga limpio.
Saca del horno y deja enfriar. Decora con más almendra fileteada y azúcar glas si deseas.
Ingredients
¾ cup + 2 Tbsp sugar
1 cup milk
zest of 1 lemon
1 vanilla bean, split and seeds scraped
1/3 cup extra virgin olive oil
2 eggs, lightly beaten
1 1/3 cups all-purpose flour
¼ cup ground almonds
2 tsps baking powder
½ tsp baking soda
Pinch of salt
8 apricots, cut into quarters
Sliced almonds and powdered sugar (optional)
Directions
Preheat your oven to 350°F and grease and line a springform cake pan.
Combine sugar, milk, lemon zest and scraped vanilla bean seeds with the pod in a medium saucepan over low heat and bring to a simmer while stirring frequently to dissolve the sugar. Do not let it boil. Remove from heat, cover and set aside for 15 minutes to infuse and cool down.
In a large bowl, sift together flour, baking powder, baking soda and salt. Add ground almonds, olive oil, beaten eggs and cooled milk mixture and whisk gently to form a smooth batter.
Pour batter into pan and arrange apricot quarters from on top reserving 6 quarters. Sprinkle with the flaked almonds and bake for 25 minutes.
At the 25 min point open the oven and press the remaining 6 apricot quarters on top of the cake which will be almost baked through but not completely.
Bake for another 10 min or until golden brown and a skewer inserted into the center of the cake comes out clean. Transfer to a wire rack to cool in the pan for 10 minutes before removing from pan.
Sprinkle with more sliced almonds and powdered sugar if desired.