Este bizcocho de arándanos viene cargado de añoranza, recuerdos y mucha nostalgia... Seguro que todos tenéis ese postre o dulce favorito de vuestra abuela que os recuerda a vuestra infancia, pues este es para mí uno de ellos.
Tengo la suerte de conservar la receta original de mi abuela, escrita de su puño y letra, y la cual debe tener probablemente más de 30, 40 o a saber...quizás más años...dado el estado y color del papel...
Me fue cedida muy amablemente por mi madre y la guardo junto con otras de sus recetas con muchísimo cariño.
En aquel entonces, allá por mis tiempos de niñez y los veranos en Nuevo Brunswick, pasábamos los días recogiendo arándanos salvajes en el campo detrás de la casita de verano, a escasos pasos del mar. Cada uno con su cubo iba recolectándolos y después los poníamos todos juntos para limpiarlos y eliminar alguna que otra hoja o ramita que hubiera podido colarse. Después, una cantidad de los arándanos se guardaría fresca y otra se congelaba, todos ellos destinados a ser usados para hacer mermeladas, confituras, bizcochos, tartas y crumbles...
Ya he dejado constancia por aquí en numerosas ocasiones de mi pasión y gran fijación con los arándanos... Que si un smoothie de arándanos y pera, que si unas tartaletas de melocotón y arándanos...que si una tarta helada de arándanos... Qué voy a decir, si el propio nombre del blog lleva el nombre incrustado.
Es un bizcocho muy sencillo de hacer, sin complicaciones, queda delicioso y se deshace literalmente en la boca...
En esta receta, ella solía antiguamente poner por encima del bizcocho una especie de capa de crumble, aunque dejó de hacerlo y otras veces le ponía una salsa de caramelo caliente por encima, aunque para mi gusto, el bizcocho en sí está tan bueno que no le hace falta. Lo he llamado bizcocho de arándanos de mi abuela, "a mi manera" ya que he hecho algún pequeño ajuste y básicamente lo he hecho sin gluten ni lácteos. Si quieres hacerlo vegano, basta con reemplazar el huevo por 1 cucharada de lino molino + 2 cdas de agua y dejar en remojo unos 5 minutos.
Así que con vuestro permiso, y para seguir con la tradición familiar, voy a hincar el diente a un trocito, y acompañarlo de un té negro, a ser posible Orange Pekoe, unas veces con leche, otras no... a elección de cada uno...
RECETA DE BIZCOCHO DE ARÁNDANOS (SIN GLUTEN, SIN LÁCTEOS)
INGREDIENTES
1 cup/taza/250ml de harina de avena integral sin gluten o normal
1/2 cup/taza/125ml de harina de trigo sarraceno/alforfón
1/2 cup/taza/125ml de harina de almendra o almendra molida muy fina
1/2 cup/taza/125ml de azúcar de coco
2 cucharadas de levadura en polvo sin gluten o normal
1/2 cucharada de sal fina rosa del Himalaya
1/2 cucharada de nuez moscada en polvo
1/4 cup/taza/60ml de aceite de coco líquido
1 huevo
1/2 cup/taza/125ml leche de almendras
2 cups/tazas/500ml de arándanos frescos
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 200ºC.
Mezclamos por un lado los ingredientes secos: la harina de avena, sarraceno y de almendra, el azúcar de coco, la levadura, la sal y la nuez moscada.
Por otro lado, mezclamos los demás ingredientes: el huevo, el aceite de coco y la leche. Mezclamos todo bien.
Ahora añadiremos la última mezcla a la primera, poco a poco y mezclando bien con una varilla.
Por último añadimos los arándanos que habremos enharinado un poco y mezclamos.
Engrasamos y enharinamos un poco un molde cuadrado de 20 cm. Vertemos la masa de manera uniforme y damos unos golpecitos en la encimera para eliminar el aire que puede haber quedado dentro.
Bajamos el horno a 190ºC e introducimos el molde en el centro. Horneamos durante unos 25 a 35 minutos, dependerá del horno. Yo lo tuve 30 usando un molde de silicona y quedó perfecto.
Una vez listo, sacamos del horno y dejamos enfriar un poco en una rejilla.
Tomar caliente o frío.