Hasta ahora había hecho bizcochos con remolacha, calabaza y zanahoria. Pues ya tenía ganas de hacerlo con otra verdura. Esta vez le ha tocado el turno al calabacín. Sólo os diré que queda un bizcocho jugoso y muy rico, y que no sabe a verdura para nada. Y si además lleva un buen puñado de arándanos ¿qué más se puede pedir?
Cuando vi la receta en el blog de I am baker me sedujo y lo hice esa misma semana. Pero en lugar de hacerlo como un cake pensé que tipo loaf (con molde plum cake) y así le daba otro aire. Mi hija la pequeña no es muy amiga de las verduras ni de los arándanos ni de los pasteles. Sabiendo esto le hice un bizcocho a parte sin arándanos ni crema de limón y dijo sin dudarlo “Mami, este es el mejor bizcocho que has hecho”. Pues si ella le da el aprobado …
Como en muchas recetas americanas he reducido la cantidad de azúcar y aprovechando que lleva verdura he mezclado a partes iguales harina blanca con harina integral de trigo y el azúcar blanco lo he cambiado por integral. Igual de bueno, más jugoso y esponjoso y con más nutrientes. Pero si preferís podéis hacerlo con harina y azúcar blanco. El molde podéis utilizar tanto uno circular más plano (reduciendo tiempo de horno) como el que he utilizado yo. Rallad el calabacín fino y escurrid un poco, no hace falta quitarle toda el agua, eso le dará jugosidad.
Podéis cubrirlo con la crema de limón o dejarlo al natural, aunque el limón combina muy bien con los arándanos.
En épocas de escasez alimentaria se tendía a utilizar hortalizas en los pasteles ¿por qué no probarlo ahora también? Otra manera diferente de comer verduras para los niños y mayores. A mí con la cantidad de la receta me ha dado para hacer un bizcocho tipo loaf grande y 2 pequeños que hice en moldes pequeños desechables para un detalle que le hicieron mis hijas a sus profesoras. La cantidad de buttercream da para cubrir 2 loaf. Recordad, ingredientes a temperatura ambiente.
Bizcocho de calabacín y arándanos
INGREDIENTES (16 raciones):
Bizcocho
– 3 huevos XL
– 375 g de azúcar moreno
– 240 ml de aceite de oliva suave
– 2 TSP o cucharaditas de extracto de vainilla
– 375 g de calabacín rallado y escurrido (1 calabacín grande y medio)
– 375 g de harina (1/2 blanca, 1/2 integral)
– 1 TSP o cucharadita de levadura o polvo de hornear
– 1 TSP de sal
– 1/4 TSP o cucharadita de bicarbonato sódico
– 280 g de arándanos frescos o congelados
Buttercream de limón
– 145 g de mantequilla sin sal, pomada
– 250 g de icing sugar
– Una pizca de sal
– 1 TBSP o cucharada de ralladura de limón
Para adornar
– Un puñado de arándanos
– Tiras de cáscara de limón
Preparamos un molde alargado untado con mantequilla o aceite desmoldante. Yo además lo forro con papel sulfurizado. Lavar y secar los arándanos. Rallar y escurrir un poco el calabacín y reservar.
Precalentar el horno a 175ºC. Tamizar juntos las harinas, sal, bicarbonato y polvo de hornear. Batir los huevos con el azúcar hasta que quede una mezcla cremosa. Añadir el aceite en chorro fino y continuo sin dejar de batir. Agregar el extracto de vainilla y el calabacín rallado. Luego añadir la mezcla de ingredientes secos y mezclar sin sobrebatir.
Con harina y azúcar blancos
Con harina y azúcar integral.
Verter la mezcla en el molde. Añadir los arándanos en dos tandas, hundir un poco la primera tanda y dejar la segunda asomando en la superficie. Así no se van todos al fondo. Hornear a media altura a 175ºC durante 45 minutos o hasta que al introducir un palito salga limpio. El tiempo es orientativo, si el molde es más plano, menos profundo, con 35 minutos sería suficiente.
Los moldes desechables individuales son perfectos para regalar. Mientras se hornea preparamos la buttercream. Batir la mantequilla pomada hasta que blanquee. Añadir el icing sugar tamizado y seguir batiendo hasta obtener una mezcla cremosa. Añadir una pizca de sal y la ralladura de limón. Reservad tapado con film en la nevera.
Una vez horneado dejar en el molde unos minutos y luego desmoldar. Enfriar en una rejilla por completo.
Tal cual, sin crema también está delicioso, pero el limón le da un punto …
Como veis queda una buena miga, jugoso y delicioso.
Para rematar decoramos con la buttercream de limón, unos arándanos y ralladura.
Espectacular al corte.
Aún me quedan un par de raciones del que hice el fin de semana, se me hace la boca agua sólo de pensarlo. Mañana desayuno bizcocho casero.
Una vez fríos los bizcochos de los moldes pequeños envolvemos en papel de plata para no manchar nuestro envoltorio.
Envolvemos con papel de estraza o similar y una bonita cinta de “Hecho en casa” y listo.
Este más alto, sirvió de merienda con unos amigos para una tertulia de domingo tarde. Una horchata fresquita, un buen bizcocho y un surtido de macarons. Familia, amigos y dulces son mi combinación favorita.
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