Aparte de las recetas tradicionales de calabacín, esta es una de nuestras favoritas en casa.
Es un bizcocho tierno, jugoso, riquísimo. El calabacín le da esa textura especial que aportan las hortalizas a los bizcochos.
Y además es muy fácil de hacer.
Necesitamos:
- 3 tazas de harina
- 2 tazas de azúcar
- 2 tazas de calabacín rallado con piel
- 1/2 taza de nueces
- 1 taza de aceite (preferiblemente de girasol)
- 3 huevos
- 3 cucharaditas de canela
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
- 1 cucharadita de sal
Elaboración:
En un cuenco grande batimos los huevos con el azúcar y cuando esté bien mezclado (no hace falta batir mucho) añadimos el aceite.
Aparte tamizar la harina, la sal, la levadura y la canela e ir añadiendo poco a poco a la mezcla de los huevos.
Cuando ya esté todo bien amalgamado, añadimos el calabacín rallado, la masa se volverá mucho más líquida, y a continuación las nueces en trocitos.
Verter en un molde antiadherente ( o si no lo tenéis vale con forrar cualquier molde con papel de hornear).
Lo metemos en el horno precalentado a 180ºC unos 40-45 minutos (depende de cada horno) o hasta que al pinchar el centro el palillo salga limpio.
Lo dejáis enfriar y lo sacáis del molde.
¡Veréis qué rico!
¡Espero que os guste tanto como a nosotros!
Fuente: este post proviene de En la cocina con Sandra, donde puedes consultar el contenido original.
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