Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana?
Esta ha sido mi segunda semana de vacaciones y creo que estoy dominando el arte de levantarme tarde y aún así echarme siesta.
Cualquier persona que me conozca un mínimo sabrá que yo no soy una persona de siestas. Más que nada porque dormir veinte minutos me deja más atontada de lo normal y si me echo una siesta de una hora o dos pierdo todo el día, pero esa es la ventaja de trabajar por las tardes, me tengo que levantar del sofá sí o sí. El propósito de esta semana, aunque también lo era la semana pasada, es crearme una rutina para no pasarme estos tres meses durmiendo.
El ingrediente principal de la receta que os traigo hoy es la Lúcuma y hasta un par de semanas antes de utilizarla no tenía ni idea lo que era. Desde la tienda online La Peruanita me hicieron llegar un paquete de lúcuma en polvo y me puse a investigar sobre ella. La lúcuma es un fruto del árbol lúcumo originario de Perú y es muy utilizado en este país.
La pulpa se usa en muchas preparaciones dulces como tarta, merengues o helados. La pulpa también puede secarse o congelarse y al deshidratarla y pulverizarla se obtiene la harina de lúcuma. Esta fruta al ser dulce se puede usar como edulcorante natural, como yo no la conocía he optado por echar a la receta un poco de panela y aún así no ha quedado un bizcocho muy dulce. Podéis jugar con la cantidad de lúcuma que echáis y así no lo tendríais que poner azúcar.
Ingredientes
3 huevos
230 g de harina de espelta
120 g de lúcuma
140 g de yogur natural
90 g de panela
60 ml de aceite
4 ml de leche
1/2 sobre levadura
Precalentamos el horno a 175º.
Batimos los huevos con la panela.
Añadimos el aceite, la leche y el yogur.
Por último incorporamos la lúcuma, la harina de espelta y la levadura y revolvemos lo justo para que se integren.
Vertemos la masa en nuestro molde previamente engrasado.
Horneamos 40-45 minutos.
Dejamos enfriar 10 minutos antes de desmoldarlo.
Feliz semana :)