Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana?
Yo hoy comienzo mis vacaciones, tengo dos semanas libres ahora en julio aunque como al final no me voy a ningún lado no siento que sean vacaciones de verdad, por lo menos ahora. Pero aunque yo esté de vacaciones el blog sigue con sus recetas nuevas semanales.
Sé que muchos blogs se toman vacaciones estos meses y ya se ha empezado a notar el descenso de visitas, pero se me hace muy raro estar dos meses sin publicar. De hecho no sólo en el blog se ha notado el descenso de vistas sino que en la tienda también se ha notado bastante. Aquí esta semana ha hecho bastante calor, de hecho este fin de semana he dormido con la ventana abierta cosa que en Vitoria es muy raro.
La receta que os traigo hoy lleva más de un año dando vueltas en el calendario de recetas, de hecho estas no son las fotos originales, pero siempre me parecía que había una receta más interesante y está quedaba relegada. La verdad es que no sé muy bien por qué he tardado tanto en publicarla y es que el queso crema le da una jugosidad increíble que hace que el bizcocho sea más ligero de lo que podría parecer al llevar mantequilla.
Os puedo asegurar que aunque haga mucho calor y de pereza encender el horno este bizcocho merece la pena porque vais a tener un desayuno, o merienda, de lo más apetitoso. La receta es sin gluten, pero podeis sustituir perfectamente la harina de arroz y la maizena por harina de trigo y tendreis un bizcocho igualmente rico.
Ingredientes
200 g de azúcar
175 g de mantequilla pomada
175 g de harina de arroz
100 g de queso de untar tipo philadelphia
50 g de maizena
3 huevos
1/2 cucharaduta de levadura
1/4 cucharadita de bicarbonato
Ralladura de limón
Precalentamos el horno a 175º.
Batimos la mantequilla pomada y el queso hasta tener una crema homogenea.
Añadimos el azúcar.
Incorporamos los huevos uno a uno. No añadimos el siguiente hasta que el anterior no esté integrado.
Agregamos la ralladura de limón. Cuando vamos a rallar un cítrico es mejor hacerlo directamente sobre el bol de la mezcla ya que de esta manera la esencia propia de la fruta también caerá lo que hace que el dulce tenga mucho más sabor y olor.
Añadimos la harina, la levadura y el bicarbonato previamente tamizados.
Vertemos la mezcla en un molde engrasado.
Horneamos unos 50-55 minutos, hasta que al pincharlo veamos que el palillo sale limpio.
Dejamos enfriar unos 15 minutos antes de desmoldar.
Feliz semana :)