Todos los ojos convergen en este sol de rodajas de mandarina. Este bizcocho tiene un poder de atracción que hace que toda la familia se reúna en torno a él. Nos chiflan los bizcochos, prueba de ello es que de momento hemos hecho trece de distintos sabores y formas y nunca ha sobrado una miga. Por algo será. Ahora que las mandarinas están en su mejor momento hemos querido hacer este nuevo bizcocho que, por llevar zumo de mandarinas, su textura recuerda un poco a la quesada que también nos encanta. Es el bizcocho número catorcey seguiremos.
RECETA
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INGREDIENTES
4 huevos
80 g de azúcar
100 g de zumo de mandarina
La ralladura de 2 mandarinas
80 g de mantequilla fundida
120 g de harina
10 g de levadura Royal
Una pizca de sal
PREPARACIÓN
Separar las claras de las yemas.
Montar las claras a punto de nieve y reservar.
En un bol batir las yemas con el azúcar hasta que la mezcla quede blanquecina. Añadir el zumo de las mandarinas, la ralladura de las mismas, la harina tamizada junto con la levadura y la pizca de sal. Mezclar con una espátula hasta que quede una mezcla homogénea, sin grumos.
Por último añadir poco a poco las claras montadas e ir mezclando con la espátula con movimientos envolventes hasta mezclar bien.
Echar en un molde untado de mantequilla o de spray antiadherente y meter en el horno previamente calentado a 180º con calor arriba y abajo unos 35 minutos.
Si veis que por arriba se dora demasiado poned un papel de aluminio. Comprobar si está hecho pinchando con una brocheta que tiene que salir limpia.
Sacar del horno, dejar enfriar y desmoldar.
Se puede decorar con mandarinas confitadas o, si no queréis complicaros, podéis decorarlo con gajos de mandarina (que podéis bañar la mitad con chocolate).