Bizcocho de naranja y agua de azahar

En Málaga ya hace un tiempo soleado maravilloso, así que pronto llegará la época en la que solo enciendo el horno cuando es estrictamente necesario. Por eso me estoy aprovechando antes de la llegada del verano y cuando los niños me piden un bizcocho para merendar, se lo hago, junto alguna galleta o magdalenas de propina. Sin duda sus galletas favoritas son las cookies o galletas americanas (pincha aquí para ver la receta) y entre las magdalenas siempre prefieren estas sobre cualquier otro tipo (puedes ver aquí la recta). Siempre quedan con un copete altísimo y eso, junto al sabor suave y tradicional, los tiene ganados para siempre. Entre los bizcochos, nuestros favoritos, quizá en ese orden, son el bizcocho de limón (mira aquí la receta), el de yogur (mira aquí la receta) y este de naranja y agua de azahar. A mi pareja le recuerda al roscón de Reyes, y a mí es precisamente eso lo que me encanta. La naranja le da además un frescor y una jugosidad increíbles. Siempre intento controlar mucho la cantidad de azúcar y no recurrir a edulcorantes (con dos niños pequeños en casa no creo que sea buena idea). Suelo leer en las recetas de bizcochos cantidades ingentes de azúcar (que casi alcanzan a la cantidad de harina empleada). Estos gramos que marco para nosotros están bien, pero si sois más golosos, siempre podéis añadir más (tan fácil como probar la masa una vez hecha).

Por cierto, el agua de azahar, alma de este bizcocho junto a la naranja, es muy fácil de encontrar. Podéis comprarla en el supermercado, en herbolarios, farmacias, tiendas online…

Para hacer este bizcocho de naranja y agua de azahar necesitaréis:

250 gr de harina de repostería.

170 gr de azúcar.

1 yogur natural (yo uso 0%).

50 gr de mantequilla a temperatura ambiente.

2 huevos L ó 3 huevos M.

1 naranja grande.

1 sobre de polvo de hornear (levadura tipo Royal©️).

1 cucharadita de agua de azahar.

Una pizca de sal.
Estas cantidades son perfectas para un molde de 20 a 23 cm. Si quieres hacer la receta de la forma tradicional, precalienta el horno a 180º con calor arriba y abajo. Ralla la piel de la naranja sin llegar a la parte blanca para que no amargue y mézclala con el azúcar pulverizado. Pela la naranja, córtala en trozos y bátela con una batidora de brazo o una americana. Añade la pulpa restante a la mezcla del azúcar y la ralladura. Bate los huevos y corta la mantequilla en trozos. Intégralo todo muy bien, junto con el yogur, hasta obtener una masa fluida y uniforme. Tamiza la harina con ayuda de un colador y añádela junto a la levadura y la pizca de sal. Mueve todo muy bien con ayuda de una lengua hasta que no queden grumos en la masa. Extiende un poco de mantequilla en el molde, espolvoreado con un poco de harina, vierte en él la masa del bizcocho y hornea de 35 a 45 minutos (dependiendo de tu horno).

Si quieres hacerlo con tu Thermomix©️o Monsieur Cuisine Plus©️ solo tienes que seguir los siguientes pasos:

Con un pelador, quita toda la cáscara a la naranja sin llegar a la parte blanca. En el vaso pulveriza el azúcar junto a la peladura de naranja durante 15 segundos/velocidad progresiva 5 a 10.

Añade los huevos y programa 3 minutos/37º/velocidad 5.

Introduce la mantequilla a temperatura ambiente y el yogur dentro del vaso y mezcla 5 segundos/velocidad 4.

Añade la harina, la levadura y la sal y programa 15 segundos/velocidad 3.

Vierte la mezcla en un molde con mantequilla y un poco de harina y hornea (con el horno precalentado) a 180º de 35 a 45 minutos, dependiendo de tu horno.
No olvides que en los primeros 20 minutos no puedes abrir la puerta del horno. Si tienes un horno muy potente (como el mío) y no quieres que se tueste mucho el bizcocho, cúbrelo con papel de aluminio y quítalo pasados 20 ó 25 minutos. Verás que el bizcocho toma un color dorado, perfecto, al final de la cocción. Sabras que está hecho cuando metas un palillo por el centro y salga limpio. No olvides  entonces sacarlo del horno y dejarlo enfriar en una rejilla. Espera unos 10 minutos antes de desmoldar, o hasta que el bizcocho deje de estar caliente. Ya solo queda dejar que se enfríe y espolvorearlo si quieres con un poco de azúcar glass por encima y acompañarlo de un buen café o un chocolate.

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