Después de varios desayunos viajeros, con los zaletti, tôt fait, y cramique, vuelvo a un clásico de los desayunos: un buen bizcocho. Si te lo preparas el domingo, sobrará para que el comienzo de la semana sea menos duro.
Es un bizcocho a caballo entre la densidad de la bica, y el de la yaya. Con delicioso aroma a naranja, pues he utilizado zumo natural y ralladura, y glaseado de chocolate al caramelo. La combinación queda muy rica, pero si prefieres, puedes utilizar chocolate negro que le va también genial. Personalízalo a tu gusto.
Mi desayuno de hoy se acompaña de zumo de naranja recién exprimido. Ya tenemos las primeras naranjas de la temporada de la cosecha de Love Naranjas. Hemos tenido que esperar un poquito pues como sabes, estas naranjas maduran en el árbol, y hasta que no están en su punto, no se recolectan. Aquí tienes un poquito más de info y descuentos que te ofrecen.
Vamos al lío y vemos los ingredientes que necesitarás para preparar este bizcocho de naranja y chocolate al caramelo.
INGREDIENTES:
– 4 huevos
– 325 gramos de azúcar
– 400 gramos de harina
– 200 gramos de aceite de oliva virgen extra
– 2 naranjas (zumo y pulpa) unos 200 gramos, y la ralladura de una
– 1 cucharadita de café rasa de jengibre seco
– 1 cucharadita de café rasa de canela molida
– 100 gramos de pepitas grandes de chocolate
– 2 sobres de gaseosillas (2 blancos+2 morados)
Para el glaseado de chocolate al caramelo:
– una tableta de chocolate Valor postres al caramelo ( 170 gramos)
– 100 gramos de leche
– una pizca de mantequilla ( unos 30 gramos)
La forma de prepararlo es sencilla, mira :
Enciende el horno a 180 grados calor arriba y abajo
Bate los huevos con el azúcar.
Añade el aceite, las especias y la ralladura y el zumo de las dos naranjas.Mezcla bien.
Ahora la harina y las gaseosillas. Bate bien con varillas.
Unta tu molde con aceite de oliva y un pincel. Espolvorea el interior del molde con un poquito de harina. Vuelca sobre la fregadera, para que caiga el posible exceso de harina.
Vierte la masa en él.
Añade por encima las pepitas de chocolate bien repartidas por toda la superficie de la masa. No las hundas.
Hornea unos 45 minutos a la misma temperatura. Comprueba que está hecho pasado el tiempo pinchando con una brocheta.
Deja que se enfríe y desmolda.
Prepara el glaseado de chocolate al caramelo: funde 3/4 partes del chocolate con la mantequilla y la leche. Retira del fuego o del micro, y vierte el resto del chocolate. Remueve con una cuchara hasta que obtengas una mezcla homogénea y el chocolate se haya fundido.
Ahora riega el bizcocho con el chocolate caliente. ¡¡¡El bizcocho tiene que estar frío!!!
Deja que se solidifique la cobertura…o no ;)
Ahora lo mejor, ¡a disfrutarlo!
Como ves yo no esperé a que se solidificara del todo. La premura se debió a que tenía que hacer las fotos. Como utilizo luz natural, si hubiese esperado, se me habría hecho de noche. De todas formas da un poco igual. El corte no será tan limpio si el chocolate está blando, pero por lo demás, igual de bueno.
Igual te preguntas si es necesario ponerle las pepitas de chocolate además del glaseado. Te digo que le dan un toque muy especial. Al estar el bizcocho frío, se quedan duras, y la cobertura queda más cremosa, de forma que al morderlo te encuentras las dos texturas del chocolate y la suavidad del bizcocho. Brutal es poco. Y oye, ¡es domingo! ¿qué sería la vida sin estos pequeños caprichos? :)
En cuanto a las especias, la cantidad que he puesto le da un toque muy sutil, puedes obviarlas si no te van mucho. Sólo se aprecia la canela ligeramente. Aunque mi consejo es que lo hagas tal cual te pongo la receta.
Además de este bizcocho de naranja y chocolate al caramelo, tienes otras recetas que unen ambos ingredientes. Una tarta de chocolate y naranja de aspecto más refinado para presentarla al final de una comida. Será el broche perfecto. Y si eres más de porciones individuales, estas tartaletas de naranja también quedan muy ricas.
Bueno hasta aquí el desayuno de hoy. Espero que lo disfrutes y que te aficiones a darte un capricho como este. En tu mano lo dejo, pero te aviso, una vez que empieces, te enganchará, y esas tristes galletas de bolsa desaparecerán de tus desayunos en muchas ocasiones. Bienvenido al desayuno del domingo :)
¡Buen provecho!
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