INGREDIENTES:
120 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
200 gr. de azúcar blanco
200 gr. de queso Ricotta
3 huevos tamaño M
40 gr. de zumo de limón
ralladura de 2 limones
220 gr. de harina
12 gr. de levadura en polvo
1 pizca de sal
GLASEADO:
150 gr. de azúcar glas
Zumo de limón y agua
PREPARACIÓN:
Mezclar el azúcar con la ralladura de limón para que se vaya aromatizando.
Preparar el molde con papel de horno o bien untándolo de mantequilla y espolvorear de harina.
Calentar el horno a 180.
Batir la mantequilla con el azúcar hasta que esté muy cremosa, añadir el queso y los huevos de uno en uno sin dejar de batir, también echar el zumo de limón.
Por último agregar la harina con la levadura y la sal, todo tamizado y en un par de tandas. No batir demasiado para que la harina no desarrolle el gluten.
Verter en el molde y hornear unos 45 o 50 minutos. Comprobar si está cocido con un palillo.
Retirar del horno y poner sobre una rejilla para enfriar. Cuando este casi frío verter el glaseado por encima.
El glaseado simplemente es mezclar el azúcar glas con un poco de zumo de limón y unas gotas de agua hasta que tenga la consistencia deseada, empezar con muy poco liquido y añadir más conforme vaya haciendo falta.
El glaseado no es necesario, pero mejora la presentación y por supuesto el sabor.