¿Verdad que miel y limón te recuerda a caramelos para la garganta o para la tos? Pues este no es el caso, se trata de un bizcocho glaseado que esta delicioso.
El limón le da una frescura que, con estos calores, es de agradecer y la miel le confiere ese toque especial que lo convierte en un bizcocho diferente.
INGREDIENTES:
-375 gr de harina.
-1 sobre de levadura.
-1/4 de cucharadita se sal.
-250 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
-300 gr de azúcar.
-4 huevos.
-Ralladura de 1 limón.
Para 250 ml. de buttermilk o crema agria:
-2 cucharadas de vinagre.
-Leche.
Para el glaseado:
-1 cucharada de miel.
-50 gr de azúcar glace.
-1 cucharada de zumo de limón.
PREPARACIÓN:
Preparar el buttermilk poniendo en un vaso medidor 2 cucharadas de vinagre y añadiendo leche hasta completar 250 ml. Dejar reposar 15 minutos. Tiene que tener el aspecto de leche cortada.
Precalentar el horno a 180º.
Engrasar un molde con mantequilla ó spray desmoldante y reservar.
Mezclar en un bol todos los ingredientes secos tamizados: harina, levadura y sal. Reservar.
En otro bol batir la mantequilla y el azúcar despacio hasta que se mezcle. Batir mas rápido hasta que este espumoso.
Añadir los huevos y batir hasta que este bien mezclado. Incorporar los ingredientes secos, el buttermilk y la ralladura de limón, batir durante al menos 2 minuto.
Volcar la mezcla en el molde que teníamos reservado y hornear 45-55 minutos, hasta que al pinchar con un palillo, este salga limpio. Dejar enfriar 10 minutos en el molde antes de desmoldar.
Mientras preparar el glase: En una cazuela pequeña, mezclar todos los ingredientes del glaseado y calentar a fuego medio hasta que el azúcar este disuelto y el glaseado caliente.
Volcar invertido el bizcocho sobre una rejilla de enfriamiento y pincelar generosamente con el glaseado.
Dejar enfriar del todo y a disfrutar.