Esta receta participa en el concurso "Verano Azul" organizado por el Blog "Las Recetas de Marichu... y la mías".
Para mí lo mejor de la gastronomía es poder buscar la combinación perfecta de unos ingredientes para obtener un resultado exquisito al paladar, de agradable textura y que con el transcurso del tiempo no te olvides de él.
Por este motivo y coincidiendo con este fabuloso sorteo, he puesto a carburar mi cerebrito pensando en una receta nueva, creada para la ocasión, que nunca antes haya existido. Hasta la he buscado en el google y no tiene ningún enlace, ja, ja, ja. Y lo más importante con ingredientes al alcance de todos y muy fácil de hacer.
En este caso vamos a combinar el sabor dulce del melón, con el sabor salado del bacalao y el toque ligero amargo de los cogollos de lechuga, y al mismo tiempo, la textura suave del melón, con la textura carnosa del bacalao y el crujiente de los cogollos. Todo ello aderezado con vinagre de frambuesa para darle un punto exótico, una pizca de sal de ajo y cómo no, nuestro maravilloso aceite de oliva virgen extra. Una ensalada super refrescante para tomar muy fría y que resulta un perfecto entrante para nuestras comidas veraniegas y los días de calor, es muy ligera y también baja en calorías, especial para dietas.
Ingredientes para 2 personas:
2 Cogollos de Lechuga
1/2 Melón
100gr. Migas Bacalao Desalado
Vinagre de Frambuesa
Aceite de Oliva Virgen Extra
Perejil Picado
1.- Picamos las migas de bacalao y reservamos.
2.- Cortamos 4 rodajas de cogollos de lechuga y colocamos en el centro del plato
3.- Quitamos las pipas y cascara al melón y vamos haciendo hojas de melón con una tajada.
4.- Vamos poniendo las hojas en forma circular alrededor de los cogollos. Repetimos la operación hasta llegar al borde del plato.
5.- Por último colocamos el bacalao en el centro encima de la lechuga.
6.- Rociamos el melón con un hilo de vinagre de frambuesa, el bacalao con sal de ajo y aceite de oliva y espolvoreamos con perejil picado.
7.- Antes de comer se recomienda mezclar los ingredientes para combinar los sabores.
8.- Listo para comer.
Ah!!! Se me olvidaba, aún recuerdo la última que me comí y estoy deseando volver a probarla.
Fuente: este post proviene de La cocina de Oliva, donde puedes consultar el contenido original.
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