Tenía muchas ganas de hacer dulces típicos de mi pueblo, ya he preparado mantecados, y quiero seguir con estos bollos castellanos.
Ésta es la receta original, me la ha dado Ana, la madre de mi amiga Maricarmen, muchísimas gracias por compartirla conmigo.
Yo he adaptado las cantidades, porque con estas seguro que hubiera salido un cesto lleno, que era lo que hacían antes. Como podéis ver la harina ni se menciona, era habitual que en éstas recetas, si es que lo ponía, siempre era la que pidiera la masa Así que ha sido a ojo, también según me ha parecido el poquito de canela y anís molido. Me cuenta mi amiga que ella incluso ha visto alguna receta en la que las cantidades se ponían con pesetas, por ejemplo, una peseta de anises….. Supongo que era lo que compraban en la tienda y eso echaban. El horno y los tiempo han sido también a ojo, así que demasiado bien me han salido jajaja…
Los bollos que preparaban antes eran más gorditos, pero a mi me gusta hacerlos un poco más finos, por eso de que al comernos uno sean unas cuantas menos calorías y así engañamos al cuerpo.
Cómo preparar los bollos castellanos:
Esta masa se puede hacer perfectamente con las manos, ya que no necesita mucho amasado.Echar en un bol todos los ingredientes excepto la harina.
Mezclar bien con varillas para integrar todo.
Echar toda la harina tamizada e ir envolviendo con las manos hasta conseguir que esté todo bien integrado.
La masa debe quedar blanda pero que no se pegue a los dedos.
Hacer una bola, meter en un táper y guardar bien tapada en la nevera durante 12 horas mínimo, esto lo hacemos para que la masa al llevar tanta grasa coja consistencia y sea más fácil hacer los bollos.
Sacar estirar hasta dejarla masa del grosor que os guste, los míos son de 1’5cm aproximadamente.
Colocar en la bandeja del horno un poco separadas, crecen un poco, no es necesario ni engrasar ni forrar la bandeja.
Espolvorear azúcar sobre los bollos y hornear.
Horno precalentado arriba y abajo a 200º / Hornear bandeja centro 20 minutos.