Los bollos holandeses de canela, tienen la particularidad de que su relleno va por el exterior. El caramelo que formarán el azúcar y la canela, baña toda la superficie de estos bocados maravillosos. Su sabor es increíble y su textura mucho más jugosa de lo que puede parecer.
Encontré esta receta en el fantástico libro de Ibán Yarza. En el podemos encontrar un montón de recetas de panes y bollos como los que ya publiqué anteriormente, los bollos suecos de cardamomo. Cualquiera de ellos son como para ponerles un monumento, una delicia. Os dejo un enlace por si estáis interesados en adentraros en el mondo panarra y bolleril, el libro vale la pena.
RACIONES: 13
DIFICULTAD: baja
TIEMPO: 2 horas
BOLLOS HOLANDESES DE CANELA:
500 gr. HARINA DE FUERZA
230 gr. LECHE
80 gr. MANTEQUILLA
55 gr. HUEVO (1 unidad)
25 gr. AZÚCAR
10 gr. LEVADURA FRESCA O 3 gr. LEVADURA SECA
8 gr. SAL
RALLADURA DE MEDIO LIMÓN
200 gr. AZÚCAR (para la cobertura)
2 cda. CANELA (para la cobertura)
1.- En un bol mezclamos todos los ingredientes de la masa, la harina de fuerza, la leche, la mantequilla blandita, el huevo, el azúcar, la levadura, la sal y la ralladura de limón. Nos quedará una masa algo pegajosa. Dejamos que repose 10 minutos antes de volcarla sobre una superficie de trabajo. Amasamos durante 10 minutos. Veremos que al cabo de 2 o 3 minutos la masa dejará de pegarse.
2.- Después de los 10 minutos de amasado, nos quedará lisa y brillante. Formamos una bola y dejamos que fermente durante 1 hora y media en un lugar cálido. Seguramente no llegará a doblar su volumen, no pasa nada, está perfecta.
3.- Volcamos la masa sobre una encimera y la amasamos durante unos segundos para retirarle las burbujas de aire que se habrán formado durante la fermentación.
4.- Dividimos la masa en porciones de unos 70 gr. y les damos forma de bola. Dejamos que las bolas reposen durante 10 minutos.
5.- Mientras reposan las bolas de masa preparamos la cobertura. En un bol mezclamos el azúcar y la canela. Añadimos unas gotas de agua, sólo una pequeña cantidad es suficiente, y removemos. Queremos conseguir que el azúcar nos quede húmedo, no mojado.
6.- Esparcimos la mezcla de azúcar sobre una superficie de trabajo y cogemos una de las bolas de masa. Comenzamos formando un cilindro de unos 20 cm. Lo colocamos sobre el azúcar y comenzamos a girarlo sobre el hasta conseguir que llegue a los 40 cm. a medida que se va impregnando del azúcar con canela.
7.- Enrollamos cada palo en forma de espiral y los vamos colocando en la bandeja del horno, sobre un papel de hornear. Los aplastamos ligeramente con la palma de la mano y espolvoreamos parte del azúcar que nos ha sobrado.
8.- Dejamos que fermenten hasta que doblen su volumen. Veremos como el azúcar comienza a fundirse haciéndose líquido.
9.- Con el horno previamente caliente a 240ºC, horneamos los bollos durante unos 8 minutos. El azúcar comenzará a convertirse en caramelo. Retiramos los bollos del horno y dejamos que se enfríen 1 o 2 minutos antes de trasladarlos a una rejilla.
Los holandeses suelen tomar estos bollos untados de mantequilla. En mi opinión no les hace ninguna falta, son suficientemente sabrosos y dulces, un bocado de vicio.