Cierto es que me chiflan los dulces navideños y se trata de una época del año tan corta que nunca me da tiempo a preparar todo lo que tengo en mente. Me apasionan los turrones, en todas sus formas y sabores; me pierdo con un esponjoso roscón de reyes; y me encanta imaginarme como sería mi postre de fin de año perfecto.
En cuanto a las recetas de hoy (sí, son dos!), como ligeramente he mencionado antes, una de las claves para conseguir que tus creminos sean irresistibles es utilizar ingredientes de muy buena calidad, tanto el turrón como los frutos secos y el chocolate. Sé que no son productos baratos pero os aseguro que merece muchísimo la pena... sino, ya me lo diréis cuando os animéis a preparar un praliné totalmente casero! Así que hoy, de manera muy fácil, os voy a enseñar a preparar dos tipos de bombones cremino: uno de turrón de jijona y otro de doble praliné de almendra y avellana. Ahí es nada...
Las recetas para elaborar estos ricos Bombones cremino es de David Pallás, más concretamente de su libro Pasión por el Chocolate. Cierto es que no es ni la primera receta ni la última que prepararé de su libro... todas me parecen de una delicadeza increible, tanto en sabores como en estética.
BOMBÓN CREMINO DE TURRÓN DE JIJONA
Cantidad: 21 unidades.
INGREDIENTES para los bombones de turrón de jijona:
500g turrón de jijona
90g manteca de cacao
35g chocolate con leche
Dos onzas de chocolate negro (opcional - decoración)
PREPARACIÓN de los bombones de turrón de jijona:
En un cazo a fuego mínimo colocamos el turrón de jijona troceado, la manteca de cacao y el chocolate con leche. Mezclamos hasta que las tres preparaciones se derritan y se integren entre sí, obteniendo una crema de un tono marrón claro. *Truco/consejo: Es conveniente controlar la temperatura de la preparación con un termómetro de azúcar, intentando que no supere los 40º. En el caso de no disponer de termómetro, debemos poner el fuego lo más bajo posible (en mi caso en el 1 de 9) e ir removiendo suavemente con una pala.
Cuando esté listo, retiramos del fuego y trituramos bien toda la preparación con la túrmix, para así evitar que nos queden grumos.
Dejamos a temperatura ambiente unos minutos hasta que se enfríe y luego lo metemos en la nevera unos 30 minutos más. *Truco/consejo: más o menos la preparación debe alcanzar los 25º, que podéis controlar dejando puesto el termómetro dentro de la preparación al ponerla en la nevera.
Forramos un molde rectangular (yo he usado un molde metálico de turrón) con papel de cocina, tanto en la base como en los laterales. Vertemos la preparación dentro y dejamos de nuevo en la nevera hasta que solidifique por completo. *Truco/consejo: según el tamaño del molde os saldrán los bombones más altos o más planos, pero igual de ricos. Os sirve cualquier molde rectangular o cuadrado que tengáis, no demasiado grande.También es buena opción verter la mezcla dentro de moldes especiales para bombones, de silicona por ejemplo, y luego desmoldar!
Cuando esté listo, desmoldamos con cuidado de que no se rompa. Dejamos unos minutos a temperatura ambiente y cortamos en porciones cuadradas individuales con un cuchillo liso bien afilado (con mucho cuidado porque se puede rajar y romper).
De manera opcional, derretimos un par de onzas de chocolate negro en el microondas y con una cuchara dejamos caer encima de nuestros bombones en forma de hilo.
BOMBÓN CREMINO DE DOBLE PRALINÉ
Cantidad: 18 unidades.
INGREDIENTES para los bombones de doble praliné:
Para la capa oscura:
260g praliné de avellana tostada (180g avellanas tostadas, 150g azúcar blanco, 1 y 1/2 cucharada de agua)
30g manteca de cacao
20g chocolate negro 70% Para la capa clara:
240g praliné de almendra cruda (150g almendra cruda, 125g azúcar blanco, 1 cucharada de agua)
50g manteca de cacao
20g chocolate blanco
PREPARACIÓN de los bombones de doble praliné:
Empezamos preparando la capa oscura de avellana:
Lo primero necesario es el praliné de avellana tostada. Para elaborarlo, colocamos el azúcar junto al agua en un cazo a fuego medio-alto hasta que el azúcar se disuelva y adquiera un tono más tostado. Cuando esté ligeramente doradito (o veáis que la mezcla ha burbujeado un poco) añadimos las avellanas tostadas y removemos para que se impregnen bien del azúcar disuelto. Seguimos mezclando hasta que este azúcar se vaya caramelizando y adquiera una textura más pringosa y un color más oscuro (no demasiado o tendrá un sabor muy fuerte). Vertemos las avellanas caramelizadas sobre una superficie con papel de horno y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Luego, trituramos por completo hasta obtener una pasta untuosa, aceitosa y con un olor y sabor muy potente a avellana. *Truco/consejo: preparar praliné en casa puede parecer difícil pero en realidad es de lo más fácil que existe, eso sí, necesitas un accesorio triturador con mucha potencia (los que vienen con una túrmix buena, sirven!). Al triturar las avellanas caramelizadas ya frías veréis que la preparación pasa por diferentes fases: al principio se formará una especie de arena de avellana, seguimos hasta obtener una pasta densa y finalmente, si seguimos triturando a máxima potencia, la avellana suelta todo su aceite y se convierte en una crema. Una de las grandes diferencias entre un praliné casero y uno comprado (de tienda buena, claro está) es la textura: en casa es difícil conseguir eliminar todos los grumitos de la avellana, en cambio los profesionales consiguen que la crema quede totalmente lisa y no se note ni un gramo en boca. Eso sí, el sabor del casero es irresistible!
En un cazo a fuego mínimo, juntamos el praliné de avellana que hemos preparado, la manteca de cacao y el chocolate negro. Dejamos fundir y mezclar, removiendo, hasta que alcance los 40º (si tenemos termómetro, sino, a fuego mínimo hasta que se mezclen por completo y retiramos).
Trituramos bien la mezcla con la túrmix para dejarla lo máximo homogénea posible y dejamos enfriar, primero a temperatura ambiente y luego en la nevera hasta que alcance los 25º o durante unos 30 minutos en la nevera.
Mientras se enfría la capa oscura de avellana, preparamos la capa clara de almendra:
Elaboramos el praliné de almendra cruda, tal y como hemos hecho con el anterior praliné. Juntamos el agua y el azúcar en un cazo a fuego hasta que se disuelva y coja un poco de color dorado. Vertemos las almendras, mezclamos y esperamos a que se caramelice suavemente. Retiramos y dejamos enfriar unos minutos sobre un papel de horno. Trituramos por completo hasta obtener un praliné untuoso, cremoso.
Seguimos, en un cazo a fuego mínimo juntamos el praliné de almendra cruda con el chocolate blanco y la manteca de cacao. Procedemos como hasta ahora y retiramos cuando todo esté derretido y homogéneo.
Pasamos la túrmix por la preparación para eliminar posibles grumos y dejamos enfriar primero a temperatura ambiente y luego en la nevera unos 30 minutos.
MONTAJE de los bombones de doble praliné:
Forramos un molde rectangular con papel de horno (yo he usado tres moldes cuadrados metálicos pequeños de 7,5cm).
Vetemos una primera capa oscura de avellana tostada, más o menos 1/3 de la cantidad total. Dejamos que la mezcla cuaje por completo en la nevera antes de colocar la siguiente capa, así nos aseguramos de que no se mezclan y quedan bien diferenciadas las líneas.
Ahora, vertemos una segunda capa clara de almendra cruda, más o menos la 1/2 de la cantidad total. Procedemos igual que antes.
Luego, una tercera capa oscura, una cuarta capa clara y una quinta capa oscura. Dejamos cuajar por completo en la nevera y luego cortamos, con cuidado, con un cuchillo afilado.
De manera opcional, decoramos por encima con una avellana tostada y unas almendras fileteadas unidas con un poco de chocolate derretido.
Espero que os animéis a acompañar vuestras sobremesas navideñas con unos ricos bombones cremino caseros. Pero sobretodo que las disfrutéis, con los vuestros, con la familia y los amigos. Yo, por mi parte, de manera adelantada (y privilegiada) voy a sentarme en el sofá a disfrutar de un par de estos bombones. Me acompañas?
Besooooootes,
Ainhoa.