Son bombones con truco, por aquello de..."Truco o Trato" así que...mejor momento, imposible!!
No van a dejar a nadie indiferente, no al verlos, sino al meterlos en la boca porque tienen en su interior Peta Zetas, os acordáis?, esos cristalitos que crujían al meterlos en la boca??. Siguen existiendo y es curioso! Mis enanos no los conocían y les han chiflado!!. Bueno, como a todos, no? A mi me ha vuelto a encantar abrir un sobre, echar una buena cantidad en la boca y sentir y oír los chasquidos....jejeje. Cuántos años!!...bueno, al lío...que me pongo nostálgica...jejeje y este sentimiento no creo que pega mucho en la Semana de Halloween!!
El molde que he utilizado tiene también su punto misterioso por aquello de las tuercas y tornillos que van perdiendo por ahí los monstruos....Realmente son unos moldes para hacer cubitos de hielo, pero me pareció que nos iban que ni pintado! Y en casa...encantados! Porque el tamaño es bastante considerable!
Necesitamos:
El molde, que puede ser cualquiera que tengáis, siempre y cuando sea de silicona para desmoldarlos más fácilmente.
Chocolates diferentes y Peta Zetas. Consejo: comprar varios sobres porque alguno "caerá" mientras los estáis haciendo y porque....echad sin piedad! Tampoco os paséis pero lo chulo es que tengan cantidad y se noten los chasquidos al comerlos!.
Fundimos el chocolate, ya sabéis que hay que tener cuidado y echamos una cantidad de chocolate en los moldes, para que cubra el fondo, seguido los Peta Zetas y después volvemos a echar chocolate hasta cubrir los moldes y para ocultar completamente nuestro "ingrediente secretooooo".
Dejamos enfriar hasta que queden completamente solidificados, pero sin meter en el frigorífico y...
Ya tenemos listos nuestros Bombones con Susto incluido!!
Los metemos en nuestra bandeja para dulces Halloweeneros que hicimos el lunes y ya sólo queda esperar a que los monstruos vengan en busca de sus tornillos perdidos ...;)
¿Fácil, verdad?, pero curioso de hacer y sobre todo comer! Qué, os atrevéis??