Hace mucho que no pasaba por el blog por dos motivos, el primero es que cambiamos de domicilio, y nos enredamos con la mudanza, el segundo es que este verano hizo un tiempo tan estupendo que en absoluto apetecía quedarse en casa cocinando.
Para la primera entrada de esta segunda temporada, elegí, este plato-tapa que es ideal para tomarse acompañado con una cerveza bien fria aprovechando que, aún en otoño, el verano continúa.
Es tiempo de que aparezca en las pescaderías los boquerones. este pescadito, que esta buenísimo cuando se consume en crudo, tanto en vinagre, que es el caso que nos ocupa, como transformado en anchoa, está por estos dias a buen precio.
INGREDIENTES
1 Kg de boquerones frescos
500 ml de vinagre de vino blanco
sal
una cabeza de ajo
aceite de oliva
perejil
ELABORACION.
lavamos el pescado y lo limpiamos, eviscerandolo. Tomamos la cabeza y arrastramos con la espina dorsal para que nos queden limpios los flancos, obteniendo dos filetes, de la forma como se ve en las fotografías
una vez limpios, y desangrados, pasamos a congelarlos, durante 48 horas a -20 grados centígrados. Esta operación se realiza para destruir las posibles larvas de Anisakis, puesto que el pescado se come crudo y asi cumplimos la normativa española en cuanto a la prevención de la enfermedad. Además, teniendo un veterinario en casa, seria una una temeridad, no someterlas a ese proceso y luego nos infestásemos.
Una vez pasado el tiempo reglamentario, lo descongelamos en la nevera, lentamente
E un recipiente con tapa, vamos poniendo los filetes de boqueron en capas, entre capa y capa espolvoreamos con un poco de sal gruesa, y un chorro de vinagre de vino puro.
Al final, debe de quedarnos con exceso de vinagre, completamente cubiertos, los dejamos entre cuatro y ocho horas. Sabremos que están preparados cuando los veamos suficientemente blancos.
No deberiamos pasarnos de tiempo porque en este caso, el propio vinagre los digiere, y estarán muy blancos, pero desgraciadamente muy blandos. Mirar el equilibrio entre blancura y textura.
Solo queda entonces, escurrir el vinagre, y presentarlos para su consumo:
en un plato, se extiende una capa, y sobre ellos, se extiende ajo bien picado, espolvoreamos con perejil picado y un buen chorro de aceite de oliva
Esto está de muerte, acompañado de una cerveza, aunque sea una shandy...
que lo disfruteis...