La sopa Borsch es, por efecto de la remolacha, una sopa muy espectacular de color rojo intenso, además de muy rica.
Nosotros hemos aplicado un pequeño cambio a esta sopa, hemos cambiado el perejil por hierbabuena y el resultado ha sido mucho más que satisfactorio. A partir de ahora, siempre la haremos así.
Ingredientes:
400 gr. de carne de ternera para caldo.
1 manojo de hierbabuena.
3 remolachas.
1/2 repollo.
2 patatas.
3 zanahorias.
1 cebolla.
2 tomates.
1/2 limón.
mantequilla y aceite.
sal, pimienta y nata (crema de leche) agria.
Hacemos un buen caldo con la ternera, unos cascos de cebolla, una zanahoria y un manojito de hierbabuena.
Picamos muy pequeñas las verduras (zanahoria, tomates, cebolla y remolachas) y las sofreímos en una sartén a fuego medio en 2 cucharadas de mantequilla y 1 de aceite. Sazonamos con sal, pimienta y el zumo de 1/2 limón.
Cuando nuestro caldo esté listo, lo colamos, lo volvemos a poner en la cazuela y le añadimos una patata entera pelada, otra patata pelada y cortada y 1/2 repollo cortado en tiritas muy finas. Dejamos cocer unos 20 minutos.
Mientras tanto, deshuesaremos y picaremos la carne utilizada para el caldo y la devolveremos a la cazuela.
Introducimos en el caldo las verduras de la sartén y dejamos que siga cociendo durante 10 minutos más. Después, cuando la patata entera esté cocida la sacaremos, la machacaremos bien con un tenedor, y la reincorporaremos al caldo. Probamos de sal y rectificamos si es necesario.
Si utilizamos un caldo de verduras es apta para vegetarianos.
Esta sopa puede pasarse por la batidora y servirse como una crema, a nosotros nos parece más interesante con sus tropezones.
Al servir los platos pondremos una cucharada de nata (crema de leche) agria (smetana) en el centro del plato y espolvorearemos con abundante hierbabuena picadita.