Además, es apta para todo el mundo: vegana, sin gluten y sin lactosa. Y está llena de vitaminas y proteínas, para pasar esta época de frío con fuerzas!!
Ingredientes:
500 ml de leche de coco (yo utilizo la leche de coco en lata pero también podéis utilizar la de brick)
1 o 2 cápsulas de probióticos (en caso de que utilicéis leche de coco en brick, necesitaréis 2 cápsulas. También podéis echar las 2 cápsulas a la leche de coco en lata si queréis un yogur más espeso. En mi caso sólo he utilizado 1: me gusta más liquido)
1 plátano
Avellanas (al gusto)
Miel (al gusto)Elaboración:
En primer lugar, echamos la leche en un bote de cristal con tapa. Añadimos el polvo de las cápsulas probióticas y mezclamos bien con un tenedor.
A continuación, dejamos que el yogur fermente durante 24 horas. Para ello, colocamos la tapa sobre el bote sin enroscarla (para que circule el aire pero protegiendo el yogur de olores y partículas) y dejamos el bote a temperatura ambiente.
Una vez pasadas las primeras 24 horas removemos. Volvemos a colocar la tapa como antes y lo dejamos otras 24 horas a temperatura ambiente.
Cuando hayan pasado las 48 horas, tenemos dos opciones: refrigerarlo ya (y así tendría una consistencia más líquida) o dejarlo otras 12-24 horas, para espesarlo más.
Si queréis volver a hacerlo, no necesitaréis utilizar probióticos si hacéis este truco: cuando os queden unas 4 cucharadas volvemos a hacer el proceso, pero en vez de utilizar las cápsulas, usaremos esas 4 cucharadas del yogur anterior.
Para hacer este bowl, cortamos el plátano en rodajas, machacamos las avellanas y lo añadimos. Finalmente endulzamos con miel al gusto.
Espero que os guste! Feliz fin de semana!!