Amor a primera vista ni más ni menos. Yo es que veo esos interiores y me pueden la verdad, y cuando lo hizo Lorraine pensé que me ponía a hacerlo en cuanto acabara el programa, pero era tarde y lo fui dejando, aunque no se me ha quitado de la cabeza hasta que encontré la ocasión perfecta como excusa, una merienda entre amigas ;] y después volví a hacerla dos veces más, porque ya me había enamorado de esta maravilla de brownie.
Para encontrar las medidas exactas sabía que tenía que ir al blog de mi amiga Cris, una forofa de Lorraine como yo.
Primero encendemos el horno a 180º y preparamos el molde cuadrado donde vamos a hornear nuestro brownie, yo lo hago en uno desmontable, que forro con papel vegetal.
Calentamos en el microondas 165 g de mantequilla, cuando la sacamos le añadimos 200 g de chocolate negro y mezclamos con una lengua de cocina despacio hasta que se deshaga completamente.
Ponemos a batir 3 huevos y 2 yemas, junto con las semillas de una vaina de vainilla [que previamente hemos raspado con la punta de un cuchillo] y cuando hayan triplicado su volumen le vertemos en dos veces 165 g de azúcar moreno [yo puse 120 de moreno, un sobre de azúcar avainillada y el resto azúcar blanca caster] y seguimos batiendo.
Ahora echamos en el bol del robot la mezcla de mantequilla y chocolate, batimos y agregamos 2 cucharadas de harina de reposteria [no bizcochona], 1 cucharada de cacao en polvo, una pizca de sal y 154 g de galletas oreo [un paquete] un poco troceadas con las manos dejando alguna entera para poner por encima de la masa.
Vertemos la mezcla en el molde, colocamos encima algunas galletas y metemos al horno 25 minutos a 180º.
Si sois chocoadictos como yo, no lo dudeis, este es vuestro dulce. Tenéis el triunfo asegurado y de verdad que no es nada difícil, yo que pensaba que todos los brownies eran iguales y fijaté ya tengo dos favoritos [el otro está aquí] y el tuyo, ¿cual es?